Más allá de sus responsabilidades habituales, en la última etapa Julio Reyes Yero brinda su aporte a la UEB Redes Eléctricas, a partir de cuanto le han enseñado su formación, la experticia y la vida. Le place ser útil. Lo hace desde el sentido de pertenencia.
Como jefe técnico de esa unidad (la responsable de crear la infraestructura eléctrica en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, y de garantizar su sostenimiento), desempeña disímiles funciones.
Por si no bastara, en el hogar también dedica tiempo para beneficio del centro, en otro rol: desde finales de diciembre y hasta el cierre de marzo, les devolvió la vitalidad a 71 equipos de la Empresa Eléctrica, entre computadoras (38), laptops (5), televisores (3) y microwaves (25).
Hace algún tiempo, la reparación es uno de los hobbies que acompañan a este ingeniero en Telecomunicaciones y Electrónica. Conocían de sus aptitudes y, entre las medidas aprobadas para el fortalecimiento de la empresa estatal socialista, había una que le venía como anillo al dedo.
Al autorizarse “la contratación de determinados servicios a trabajadores de la entidad, diferentes a los que realizan según su contrato de trabajo, fuera de la jornada laboral y tras ajustar los ingresos según el valor del servicio del que se trate, sin que se considere salario a los efectos legales…”, no dudó en aceptar la propuesta.
“La idea surge fundamentalmente a partir de la necesidad de medios de cómputo en la Empresa Eléctrica, con algunos equipos a la espera de un servicio por cuatro o cinco años. El Decreto Ley 34 ofrecía la posibilidad de este contrato, nos sentamos a negociarlo, hicimos un levantamiento y comencé los trabajos”, manifiesta el joven marieleño.
¿Cómo funciona el proceso? “Ambas partes tienen su representante; por la empresa, es el director de Informática y Comunicaciones. Primero, efectuamos la defectación del equipo, para conocer las acciones precisas.
“Después se traslada hacia el local de reparación (mi domicilio), y una vez listo es devuelto a la entidad. Entonces, se comprueba su estado, un anexo certifica en qué condiciones quedó, y se fija su garantía. El pago tiene lugar a fin de mes”.
Hasta el momento, es el único trabajador de la Empresa Eléctrica acogido a esta modalidad. Labora de lunes a sábados; por eso, apenas le queda disponible parte de las noches para cumplir este cometido, con la paciencia exigida por las minuciosas reparaciones a nivel de componentes… y luego de atender a su pequeña de dos años.
Desde que se vinculara a las labores de recuperación del ciclón Charley, hace 18 años, Julio ha permanecido en la Unión Eléctrica, en múltiples responsabilidades, incluso cumplió misión internacionalista en Venezuela, como coordinador por la parte eléctrica del estado de Falcón.
“Amo mi labor, e independientemente de la considerable retribución por los trabajos ejecutados en los últimos meses, pongo todo el interés en hacerlo bien y ayudar a que nuestro centro tenga mejores condiciones y resultados.
“Me gusta arreglar cosas, revivir lo que aparentemente ya no sirve y dan por perdido. Además, esta nueva posibilidad es otra motivación para los trabajadores.
“Y, sin contratar externos, ni disponer de financiamiento en MLC o depender de importaciones, las empresas resuelven problemas mediante personal propio, con aptitudes que no son precisamente por las que está contratado.
“Es una oportunidad quien le guste trabajar y contribuir a que su empresa y su entorno sean mejores”.