Los últimos tres años había permanecido en tierra venezolana. Ante el azote de la COVID-19, la misión debió extenderse más allá de lo previsto. Retornaba a su país y surgía el momento de trazar nuevas pautas profesionales.
Solo unos días distaban de la inauguración del Laboratorio de Biología Molecular de la provincia, así que no tardó en proponerse ser parte del proyecto.
“¡Cómo no serlo! Siempre he apostado por la superación profesional. Era una oportunidad para asumir nuevos emprendimientos. En la carrera no se profundiza en esta rama; por tanto, sería una experiencia provechosa”, comenta Dairon Peña Negrín, licenciado en Bioanálisis Clínico.
La situación se tornó engorrosa, debido al enfrentamiento a la pandemia. Pero justo allí le necesitaban más; eso le resultaba gratificante. Enero de 2021 marcó sus inicios en la nueva institución, ubicada en el policlínico docente Orlando Santana Valdés, de Mariel.
Durante dos semanas se capacitó en el propio plantel. Desde entonces la consagración y el compromiso han caracterizado cada jornada transcurrida entre el procesamiento de muestras y la emisión de resultados. El año pasado, al celebrarse el primer aniversario del centro, Dairon fue reconocido por su entrega.
Actualmente es uno de los 15 licenciados de la entidad. Junto a 17 técnicos y al resto de los trabajadores, conforman un equipo compuesto en su mayoría por jóvenes.
“Entre todos nos apoyamos y cuidamos. Cuando alguien se incorpora, lo acompañamos en el proceso de aprendizaje y familiarización. Nuestro laboratorio consta de cuatro departamentos: Recepción, Extracción, Mezcla y PCR, y cada mes rotamos por uno, de modo que dominamos la actividad integralmente”, asevera.
Cada faena comprende 24 horas e implica un quehacer minucioso, con especial atención a la bioseguridad.
“Nuestro trabajo requiere de mucha concentración, dedicación y, por supuesto, gustarte lo que haces. Al principio estaba latente el temor de contraer el virus y contagiar a mi familia, pero precisamente ellos me apoyaron”, puntualiza el joven caimitense.
Al momento de nuestra visita procesaban unas 300 muestras diarias por PCR en tiempo real y 200 por SUMA, con una positividad de aproximadamente 25% entre ambas tecnologías.
“Agosto y septiembre de 2021 fueron los meses más difíciles. Los laboratorios del país estaban colapsados. La demanda era elevada y los resultados positivos”, recuerda.
Afrontaron semanas intensas, de crecerse ante cada desafío. No hubo tregua. Fueron muchos los incansables que se sumaron a esta batalla por la vida… y muchos todavía continúan entregando invaluables muestras de amor.
Conocí a dayron en la misión en Venezuela y me consta q es un excelente profesional allí también capacitó a muchos bioanalistas q se incorporaban a la misión sin dejar de cumplir con su trabajo, excelente y calidad de ser humano