Se han implantado en la cultura joven, desde hace unos años. En la década del noventa nadie imaginaba que el tatuaje pudiera convertirse en una moda, en un estilo de vida. Con muy mala fama durante un tiempo hoy es parte de la piel de muchos.
Desde tatuarse con una amiga, una hermana o por el placer de descubrir en el arte corporal una vía de expresión. Más popular entre jóvenes en Cuba, aunque otros grupos etarios se han sumado ya.
Pero luego de elegir el diseño o el sitio para realizarlo, ¿sabemos cómo atender la piel tatuada? En nuestra sección de hoy le dejamos una serie de consejos para su cuidado.
El verano no es la época más propicia para realizarlo, por ende las precauciones deben ser mayores. El contacto con el agua de las piscinas o la arena del mar pueden traer un alto riesgo de infección.
El primer paso se realiza en el propio local donde deben aplicar alguna crema o pomada y tapar el tatuaje. Una vez en casa y tras unas horas, debe retirarse la venda, limpia con precaución utilizando agua tibia y de preferencia un jabón de PH neutro, sin frotar, ni rascar el mismo.
El secado realízalo con cuidado, con pequeños toques y con una toalla que no utilices para nada más. Después, deberás ponerte la crema orientada por el profesional. La regularidad es aplicarla varias veces al día, durante una o dos semanas, después de haber limpiado la zona antes.
El tatuaje en sí es como una pequeña cirugía, por lo tanto evita tocarlo y si no queda otro remedio lávate las manos antes. También debes tener especial cuidado si eres alérgico, pues la tinta contiene elementos como plomo, níquel o arsénico, presentes en pocas cantidades, pero tóxicas.
Nunca expongas la piel al sol en los primeros 10 a 14 días y después usa protector solar cada vez que cojas sol. No es recomendable retirar las costras formadas en el periodo de cicatrización y una vez terminado el proceso de curación hidrata bien la zona tatuada. Ahora sí, ¿quién está listo para tatuarse?