El pollo se nos ha vuelto tan cotidiano que a veces resulta difícil hallar una manera diferente de cocinarlo.
Una receta distinta puede prestigiar incluso tu mesa de fin de año. Siempre
hay un nuevo modo, porque, además de aportar proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas y minerales, admite diversas combinaciones.
Prueba con las brochetas. Usa los vegetales que tengas en casa; pueden ser cebolla o pimiento. El toque peculiar se lo darían la piña o la berenjena, si te gusta.
Necesitas de cuatro a cinco muslos deshuesados y troceados. Prepara
un adobo, con orégano, naranja agria, limón y ajo, y marina la carne durante una hora. Trocea los vegetales.
Busca palos de brochetas o algún sustituto, e intercala los ingredientes. Cocínalos al carbón o a la plancha (en su defecto, utiliza una sartén y cocina con gas). En 15 o 20 minutos deben estar listas.
POR DAIRIS BRITO Y YAILÍN A. CHACÓN