Si tuviera la obligación de comenzar este resumen cultural por algún punto, sería la pérdida dolorosa en 2021 de algunos de nuestros creadores más queridos, quienes nos acompañaron en la hermosa carrera del arte y la cultura.
Ellos fueron el trompetista y profesor Juan Elmo Rodríguez (Tapita), el actor Enrique Molina, el filósofo Emilio Ichikawa, el poeta y periodista Sandalio Camblor, la historiadora Berta Martínez Páez, el director del libro Orlando Chávez, el corrector de estilo Ángel Machín y la actriz y escritora Alicia Pineda.
Los estragos de la COVID-19 condujeron a los creadores a llevar adelante su obra y promoverla en diferentes espacios digitales y en las redes sociales, así como en vacunatorios y en casas para niños sin amparo familiar.
Sería imposible pasar por alto al personal de la Escuela Vocacional de Arte Eduardo Abela, en San Antonio de los Baños, que arriesgando su propia seguridad apoyó de forma esmerada a los trabajadores de Salud que laboraron allí.
Las artes visuales se abrieron paso en diversas exposiciones y salones, como los vinculados a la XIV Bienal de La Habana, con obras de Ares y Juan Carlos Muñoz (El Taco) como plato fuerte de este acontecimiento.
Artistas como el humorista gráfico Brady Izquierdo se hicieron sentir, al ganar premios y menciones en más de diez certámenes internacionales, al igual que el fotógrafo Williams Cruz Perdomo y Yoemnis Batista del Toro, reconocidos en la XXII Bienal Internacional del Humor.
De muy hermoso puede calificarse el gesto de que un grupo de artistas visuales donaran varias obras al hospital infantil de Guanajay, acogido con especial amor por el personal médico que, a lo largo de 2021, se esforzó muy duro contra la pandemia y otros problemas de salud en los niños.
Creadores caimitenses como el pintor Ángel Silvestre, a través de varias exposiciones, y la fotógrafa Diadenys Corveas, reconocida por una institución del calibre de Nikon, destacaron en su quehacer, al igual que el bautense Denys San Jorge, premiado en Italia, quien está dando la vuelta al mundo con una intensa obra de carácter humanista en la cual aprovecha diversas herramientas.
En el ámbito de la danza, la agrupación NC Dance, con Jonnie Martínez al frente, recibió la noticia de que la habían aceptado como miembro de la Asociación Folklórica Latinoamericana (AFLA), el mismo año en que NC arribaba a sus diez años de fundada y concretaba la segunda edición del evento internacional Danza Puentes.
Mientras, el proyecto sociocultural caimitense Almadanza, conducido por Ana Gloria Díaz, desarrolló en su patria chica El Carnaval de la Escena.
Otra vez Los Cuenteros continuaron escribiendo páginas de sensible belleza, pues rediseñaron su estrategia de presentaciones y aprovecharon especialmente los espacios digitales para no dejar de entregarse a su público habitual: los niños, aunque ya a punto de caer las cortinas del año pudieron estrenar en sala un espectáculo de variedades.
En Bauta, Teatro al Límite también regalaría al público infantil piezas breves como Historia con Pitirre, y el dramaturgo Juan José Jordán publicaría las piezas Russian brindis y María Luisa en la editorial Primigenios, en Estados Unidos.
La ciudad letrada trajo como buenas nuevas el Premio Pluma de Oro 14K a la poetisa Dimarys Águila, el premio internacional de Autobiografía y Biografía al escritor y periodista Miguel Terry Valdespino y el Premio Uneac de Biografía a María del Carmen Muzio por la obra Una cubana insurrecta, dedicada a la vida y obra de la patriota artemiseña Magdalena Peñarredonda.
La editora Verde Olivo pondrá en circulación la novela Atentos al ruido de la muerte, del nonagenario narrador y periodista Jorge Velázquez Ramayo, con el general Calixto García, la guerra del 95 y la espantosa Reconcentración de Weyler como protagonistas.
Y, en la segunda mitad del año, fue posible que la dirección provincial de Cultura reactivara peñas de promoción literaria y artística como Mezcla, Para un príncipe enano, Fabulando con los Escribas, Brindis con Jordán y Pre-Texto, conducidas por importantes creadores y promotores artemiseños.
Entretanto, el periodismo nos dio la alegría de que el joven Alejandro Lóriga ganara el segundo puesto del Festival de Radio On Line Ultrasonido, por su obra Los misterios de una casa en San Cristóbal, y los ya experimentados Joel Mayor e Ivette Leyva destacaron con Menciones en el Concurso Nacional de Periodismo Histórico, gracias a sus trabajos La novela en piedras y Un testimonio que pudo ser, respectivamente.
El mejor modo de honrar y promover la vida y la obra de nuestro Héroe Nacional, ocupó ancho y largo debate durante la Asamblea Provincial de Balance de la Sociedad Cultural José Martí, encabezada por el Doctor Eduardo Torres-Cuevas, director de la Oficina del Programa Martiano, y donde se entregó la réplica del machete de Máximo Gómez a esta Asociación en Artemisa, encabezada por Javier Ortega Somonte.
En las propuestas del audivisual, tan seguido por el público joven, el Proyecto Kikirito, de Guira de Melena, abordó diferentes temáticas para insertarlas en las redes sociales, al tiempo que la realizadora María Fernanda Terry Pérez, con apenas 17 años, obtuvo cuatro premios en audiovisuales, uno internacional en fotografía y dos nacionales en literatura.
La AHS en Artemisa, representada por el bailarín Sandy Benet, contribuyó al evento internacional Proyecto Contarte, las agrupaciones Kolao, Amigo y Hay que estar claro tuvieron un espacio en las Romerías de Mayo.
La expo Arte en proceso promovió la obra de un grupo de jóvenes creadores de las artes visuales, al igual que la IV Jornada del Festival Aires de Mar y el Simposio Internacional de Hip Hop promovieron a los músicos en desarrollo.
El pentagrama vivió un momento especialmente grato tras ser reconocido el bolero como Patrimonio Cultural de la Nación, género en el cual destaca el célebre compositor alquizareño Luis Marquetti, y su coterráneo el investigador Luis César Núñez mucho abogó por tal reconocimiento.
Dos nuevos Álbum Kafé, uno en la Escuela Internacional de Cine en San Antonio y otro en Soroa, fueron inaugurados con el fin de promover lo más sustantivo de la música popular cubana, como lo ha hecho la profesora guanajayense Eugenia Elisa Gutiérrez Nardo, ganadora del Premio Nacional Olga Alonso 2021 y como nos tiene acostumbrado el Jolgorio dedicado a Polo Montañez.
Bauta, orgullosa como siempre de haber dado cobija y aliento al reconocido Grupo Orígenes, celebró el centenario del poeta, ensayista y narrador Cintio Vitier, un brillante estudioso de la inmensa obra martiana, con mucho que aportar a los desafíos de la hora actual de la nación cubana.
El Festival Universitario del Libro y la Literatura demostró que ambos son un soporte imprescindible para el crecimiento espiritual del hombre, en tanto la Feria del Fondo Cubano de Bienes Culturales y el proyecto Barro sin Berro, en San Antonio, pusieron ante los ojos de los artemiseños la inmensa y hermosa capacidad creativa de nuestros artesanos.
En el 60 aniversario de Palabras a los Intelectuales, la Uneac dio luz y aire a la peña Cantapalabra, conducida por la escritora Mireysi García, a la Peña del Río con el grupo Yawar y al Taller de Creación de Novela, con Luis Carmona al frente.
La Uneac artemiseña dio a conocer que reconocerá con el sello 60 aniversario a notables figuras de su membresía como los actores Graciela González, Malawi Capote y Raúl Mederos, bastiones de Los Cuenteros, y con la Distinción Raíces a los ya mencionados y a los músicos Valentín Puentes y Rolando Méndez, al laudista Erdwin Vichot y al poeta Renito Fuentes.
Pese a haber sido un año en verdad difícil, la cultura no se rindió y, tal como aseguraba el poeta español Antonio Machado, “ha hecho camino al andar”. Más bien diría que en un durísimo, pero invencible andar.