Dos mil once fue semilla
de esperanzas y emociones,
y desató las pasiones
por fundar la maravilla:
un pueblo moldea la arcilla,
forja y suda la camisa
junta coraje y sonrisa
por un futuro mejor,
y hoy celebra con amor
once años de Artemisa.
Dos mil once fue semilla
de esperanzas y emociones,
y desató las pasiones
por fundar la maravilla:
un pueblo moldea la arcilla,
forja y suda la camisa
junta coraje y sonrisa
por un futuro mejor,
y hoy celebra con amor
once años de Artemisa.
Romántico como Jean Valjean, aventurero como el Che, alguien que disfruta cuando hace un bien (como quería Martí), y aprendiz de periodista hasta el fin de mis días