La llegada de fin de año supone un sinfín de festejos en todo el orbe. En Cuba, las costumbres van desde quemar el muñeco de año viejo u arrojar agua a la calle hasta esperar a las 12 frente al televisor.
Mientras, en Japón los templos hacen repicar sus campanas 108 veces. Basados en la tradición budista, de esta manera purifican igual cantidad de deseos mundanos. Brindan con amazake, un licor caliente, y en las cenas sirven fideos de trigo soba, símbolo de prosperidad.
La tradición más peculiar de la Nochevieja en Rusia consiste en escribir en un papel los propósitos para el año nuevo. Le dan candela al papel y arrojan las cenizas a una copa de champán. Los más valientes se la beben después de las 12:00 de la noche.
En Puerto Rico el 31 de diciembre arrojan cubos de agua por la ventana, muy parecido a nuestra tradición. Auguran buenos deseos al arrojar los problemas del año concluido. Y durante la jornada recitan el poema El brindis del bohemio.
Una de las tradiciones más conocidas de Estados Unidos son los besos a medianoche. No se sabe con certeza cómo surgió: una versión alude a un antiguo festejo romano, el festival de Saturnalia. La superstición dice que no dar un beso justo después de las 12:00 asegura 365 días de soledad.
Y en Brasil celebran la Nochevieja con ropa blanca, el color de la paz, la pureza y la inocencia, lo cual promete un feliz inicio de año nuevo.
Por DAIRIS BRITO y YAILÍN A. CHACÓN