Mucho anhelamos los cubanos este momento. Luego que la ciencia cubana nos premiara con sus vacunas, estamos listos para volver a las aulas, al trabajo, a la cotidianidad que por muchos meses la COVID-19 nos arrebató… y ¿por qué no también a la diversión?
Cuba aspira llegar a la mitad de este mes con más del 90% de la población vacunada; eso nos pone en condiciones para la reapertura al turismo internacional y nacional, necesaria desde el punto de vista económico, pero con gran impacto social en una población que necesita distraerse luego de tantos meses de ineludible encierro.
Llegamos a esta fecha en condiciones favorables en nuestras instalaciones de campismo y hoteleras, pues los meses de pandemia se aprovecharon al máximo. Además de fungir como centros de aislamiento para sospechosos y positivos a la enfermedad, o para el descanso de nuestros médicos, en todos estos lugares se trabajó arduamente en pos de la reapertura de los servicios.
En ediciones pasadas de este semanario, Niurka Martínez Perugorría, subdelegada del Mintur en Artemisa, ahondó en la recuperación de habitaciones en los campismos La Coronela y Jardín de Aspiro, y en los hoteles Moka y Soroa, este último con nuevo Album Kafé, además de una oficina de venta de reservaciones de ISLAZUL en Artemisa.
A la par, se pensó en nuevas estrategias que potencien el turismo de naturaleza, al aire libre, y se capacitó a los trabajadores acerca de los protocolos sanitarios para esta etapa, que incluyen la reducción de personas en bares, restaurantes, cafeterías y la exigencia del certificado de vacunación para el acceso a las instalaciones.
Del lado de los proveedores del servicio todo parece estar bien pensado y coordinado. Entonces, el éxito de esta reapertura depende de cuanto seamos capaces de aportar en responsabilidad y apego a los protocolos sanitarios.
El uso del nasobuco en la mayor cantidad de áreas, principalmente las de mayor concentración de personas, la higienización constante de las manos y de los objetos de uso común, y la asistencia a los puestos médicos de las instalaciones ante cualquier síntoma, son acciones que han de acompañarnos ahora.
Igualmente hemos de cumplir con lo establecido en cada uno de estos sitios. El distanciamiento también es válido para piscinas, restaurantes, bares… Siempre que sea posible hemos de disfrutar al aire libre y aprovechar las opciones deportivas, una forma sana de disfrutar en familia y entre amigos con menor riesgo de contagio.
Nuestra cotidianidad regresa poco a poco. La ciencia nos regaló inmunógenos para protegernos, y desde el Ministerio de Salud Pública se diseñó una estrategia de vacunación que incluyó a todos los cubanos de más de dos años.
Regalémonos las merecidas vacaciones pospuestas por más de un año, para divertirnos y celebrar la vida. Pero que la responsabilidad y el autocuidado no falten, para que esta reapertura nos dure por siempre.