Desde que una feliz coincidencia hizo a Jorge Luis Gaillard Gómez descubrir el baloncesto, encontró cuanto necesitaba para sentirse a gusto. A más de cuatro décadas, inspira a otros a driblar, hacer canastas y adentrarse en este hermoso mundo; para eso creó el proyecto comunitario (FGD).
En su tesis de Maestría, este marieleño planteó “soluciones para mejorar la calidad de vida en mi comunidad: ocupar su tiempo libre en actividades deportivas, de manera inclusiva y favorecer la formación de valores”, comenta.
De ese modo nació un proyecto enfocado en la enseñanza de este deporte, el cual inauguró Jorge Luis en la comunidad de Mojica, donde reside, y cuyas características tuvo en cuenta, al pensarlo para ese poblado del costero municipio.
“El baloncesto me ha aportado todo. Es mi vida, mi propósito, y me permite brindarles una herramienta de utilidad a quienes se integren. Algunos con su talento y vocación podrán llegar a ser atletas, otros entrenadores, y así contribuir al desarrollo del baloncesto en el municipio”, confiesa Gaillard, Licenciado en Cultura Física y Máster en Actividad Física en la Comunidad.
“Escogí este camino de forma casual. Era nadador. Un día, cuando fui a entrenar, el profesor no estaba. De regreso, pasé por el terreno de básquet, y me invitaron a ver las prácticas: entré y no quise salir más; ya me venía en la sangre porque era el deporte de mi papá”, cuenta quien desde los nueve y hasta los 24 años integró las selecciones de la otrora provincia La Habana.
“El nombre del proyecto responde a las iniciales de las dos personas que me inculcaron el amor al deporte: mi abuelo Félix Gaillard Doisi, boxeador profesional y mi papá Félix Gaillard Domínguez, de la selección nacional de baloncesto. Es un homenaje a ambos, ya fallecidos”.
Desde febrero, Jorge Luis (especialista de transporte automotor en la Empresa Productora de Cemento) se enfrascó en la preparación de un terreno a escala, de 8 x 6 metros, aledaño a su vivienda y la de su mamá.
Su esposa Yaima Fernández Carrera lo acompaña en cada empeño, por lo que decidieron fomentar, además, la práctica de bailoterapia. Ellos incitan a los interesados, sin distinción de género ni edad, a unirse a las más de 30 personas sumadas a la iniciativa, en una u otra variante.
Los lunes, miércoles y viernes, de 5:30 p.m. a 6:30 p.m., lo destinan al baloncesto; martes y jueves, de 7:00 p.m. a 8:00 p.m., a la bailoterapia.
También hay espacio para la cultura, con el artista de la plástica Juan de Dios Gayal Leibardy. Pretenden que el terreno se convierta en “escenario para diversas propuestas, en beneficio de la comunidad”, señala Yaima, al frente del departamento de programación de la Dirección de Cultura en Mariel.
Cuando una experiencia toca de forma especial nuestras vidas, no pueden sino abrirse camino proyectos como este, capaz de generar en otros el mismo amor.