Mucha historia acumula en su seno la Escuela Provincial de Arte Eduardo Abela (Amparucha), enclavada en San Antonio de los Baños, por haber sido pieza clave en una incontable cifra de profesores y artistas que, en Cuba y fuera de ella, han realizado aportes muy significativos a la cultura de la nación.
En tiempos de la Covid, cuando la enfermedad parecía arrasar con todo y con todos, esta Escuela Vocacional sirvió como Centro de Aislamiento para atender a decenas de personas contagiadas con la brutal enfermedad.
De esta experiencia, cuenta Iosvany Denis López, director del centro, que sus 76 trabajadores, tanto los docentes como los de servicios, se implicaron en todas las tareas del Centro de Aislamiento y no titubearon ni una vez a la hora de entregarse a lo largo de siete meses.
Hoy, de vuelta a la nueva normalidad, con el curso escolar en pleno desarrollo para los estudiantes de paso de nivel de quinto año, la EPA se anima a tomar otro aire y seguir formando nuevos músicos y bailarines para aportarlos al inagotable universo cultural de la mayor de Las Antillas.
Más allá de esta buena noticia, dos preguntas, al menos, se impone realizar en este trabajo: ¿sufrió mucho la “integridad” de la Escuela durante sus funciones como Centro de Aislamiento?, ¿acometen mejoras constructivas dentro de ella en la actualidad? Sobre ambas responde Iosvany.
“En esta etapa el comején deterioró los tablones del área de danza y ha sido preciso reponer un grupo de colchones y tomacorrientes. Por otra parte, se hacía imprescindible la reparación de los baños y en esa tarea ya se encuentra trabajando la brigada Antonio Maceo”.
Con una matrícula total de 231 alumnos (147 en música y 84 en danza), Amparucha vuelve a llenarse arte en cada uno de sus rincones y tiene ya en la mira el acto de su graduación número 11, en marzo del 2022, cuando 26 músicos y 17 bailarines resulten egresados de este centro.