Hace algunos días leí en redes sociales sobre usuarios víctimas de estafas. Sus tarjetas registradas en la plataforma Enzona fueron blanco de inescrupulosos que prácticamente dejaron en cero más de un saldo, pero ese no es ahora el asunto en cuestión.
El motivo de estas líneas está detrás de la causa: todos declaraban haber ofrecido, además de su número de tarjeta, un resumen de las diez últimas operaciones realizadas, elemento innecesario para cualquier transacción entre tarjetas; en cambio, muy útil para los habilidosos que pueden vaciarlas, con esta información.
Hablo de la protección de datos personales, un asunto que debe empezar por nosotros mismos, máxime en tiempos de redes sociales, de operaciones y monedas virtuales.
¡Cuántas veces nos enteramos de la vida completa de un desconocido por su página de Facebook! Algunos dejan registro de cada acción cotidiana. Por su perfil sabes todo: fecha de nacimiento, nombre, familiares, preferencias musicales, número telefónico y correo, viajes, parejas…
Hay quienes son tan adictos a las fotografías que se hacen una en cada espacio de la casa, o registran cada momento en una instantánea, dejando al descubierto interioridades de su propio hogar. Solo en Instagram se realizan unas 95 millones de publicaciones diarias en el mundo.
Aparentemente, nada puede ser malo en esta adicción a documentar y hacer público el más mínimo instante de la vida, cada particularidad que nos define. No obstante, los tiempos modernos demuestran lo peligroso de compartirlo todo en redes, con conocidos y desconocidos.
A nivel mundial, muchos han sufrido pérdida o suplantación de identidad: les roban fotografías y hasta su propia vida; acceden a su ubicación con mecanismos de geolocalización y hackean su perfil. Luego se valen de su identidad para ofender amigos o pedirles favores monetarios.
Conocido también como oversharing, el hecho de compartir datos e información en Internet en exceso es un fenómeno cada vez más común entre los menores. Se dice que los jóvenes con edades entre 16 y 34 años comparten más del 60% de sus datos personales y más de un 40% de los financieros; los adultos, en cambio, suelen ser más cautos, pero esta “ingenuidad” compromete a muchos.
La nueva Constitución de la República de Cuba, en vigor desde el 24 de febrero de 2019, en su Capítulo II, dispone en el artículo 97 que “se reconoce el derecho de toda persona de acceder a sus datos personales en registros, archivos u otras bases de datos e información de carácter público, así como a interesar su no divulgación y obtener su debida corrección, rectificación, modificación, actualización o cancelación.”
Asimismo, se habla de la creación de la Ley de Protección de Datos, aspecto tratado en programas televisivos como Hacemos Cuba.
Imposible hoy en día no sumarse a la ola de las redes sociales, o renunciar a algo tan útil como una tarjeta magnética y las plataformas de pago debido a estos temores. Eso sí, la precaución debe acompañarnos siempre, pues cada una dispone de mecanismos para protegerlos, aunque lo ideal siempre radica en ofrecer los menos posibles.
Incluso en guías telefónicas el usuario decide si hacer público o no su número. Y ni hablar de los móviles, tan vinculados incluso al robo de saldo o de información. Hemos de recordar que son personales y han de tener alguna forma de bloqueo, para limitar su uso por desconocidos.
Desde estas páginas enfatizamos, además, en la importancia de no compartir fotografías de menores, incluso de bebés, pues se han dado casos de manipulación o vínculos con la pornografía infantil.
Igualmente, detrás de cada cuenta deben existir contraseñas seguras e intransferibles. Y cuando medien tus ingresos, como ocurre en plataformas como Enzona, asegúrate de tener una doble autenticación, y no compartas nunca tus contraseñas o registros de operaciones.
La vida moderna exige y necesita del respeto a la privacidad, un respeto que empieza por nosotros mismos.
Por favor necesito que me ayuden, en san de los baños estoy hace 4 años en un trámite que ya el tribunal provincial mando a ejecutar y nada de mandar los inspectores necesito saber porque .voy a todas las instancias y nadie hace nada