El arte ha demostrado con creces que acoge en su seno la inmensa experiencia humana en todos los confines de la Tierra, y aplaude con bríos sinceros cualquier oficio destinado a defender la esperanza de los hombres.
Así sucedió en el Día de la Cultura Cubana, cuando un grupo de artistas visuales de la provincia, mediante donaciones de sus obras, decidió reconocer la extraordinaria labor del personal de salud del hospital pediátrico Comandante José Ramón Martínez, en Guanajay.
No merecía menos este colectivo, afanado a lo largo de dos años en un intenso combate contra la COVID-19. Por eso los artistas Gerlys Álvarez Chacón, Adrián Infante, Juan Carlos Muñoz, Denys San Jorge, José Manuel Fiallo, Miguel Alexis Mendiola y el proyecto Barro sin Berro, se encargaron de sumarse a la iniciativa del doctor Javier Rull Ordaz.
Este galeno había planteado a varios artistas la posibilidad de sumarse a la decoración y embellecimiento del hospital, sugerencia escuchada con beneplácito y respuesta afirmativa en breve, también de la Dirección Provincial de Cultura.
De “arte y ciencia fundidos por la utilidad de la virtud”, calificó el promotor cultural Jaime Masó el encuentro, mientras Frank Fleitas Rodríguez, miembro del Buró Provincial del Partido, reconoció que “hacer cultura y hacer ciencia es hacer Patria”.
Juan Carlos Muñoz, presidente de la Uneac en Artemisa, patentizó el cariño y admiración del pueblo y sus artistas por el personal de la salud, quienes dieron una prueba de cuánto se puede confiar en ellos.
La editorial Unicornio y la Casa de la Música en Artemisa también se sumaron a la velada, con la donación de libros, revistas y juegos para los niños atendidos en esta institución médica. Las vocalistas Yelinet Martínez y Mairene Vázquez interpretaron las célebres piezas Para vivir, de Pablo Milanés y Veinte años, de María Teresa Vera y Guillermina Aramburu.