“Agradecemos el homenaje de todos los presentes y seguimos llevando en el corazón a los que ya no están, y como decíamos en Angola: ‘la lucha continúa’”, expresó Rolando Méndez, director de grupo Yawar, tras recibir el reconocimiento entregado por la Uneac y la EGREM en Artemisa, durante la peña Cantapalabra, en el Album Kafé de la capital provincial.

El espacio, conducido por la escritora Mireisy García, además de reconocer a la prestigiosa agrupación ariguanabense en su 48 aniversario, distinguió a la Asociación Hermanos Saíz en el territorio, conducida por el músico José Sixto López y en medio del cumpleaños 35 de esta organización de jóvenes artistas.
Con varios invitados contó Cantapalabra, entre ellos los escritores Juan José Jordán y Miguel Terry Valdespino, la trovadora Aleida Acosta, la vocalista Yiliam Rivera con el guitarrista Israel García (Cachy), director del grupo Kchiván, y el percusionista Emilio Soto, director de la agrupación Rumbansoc.
Después de tanto tiempo de recogimiento, fue estimulante escuchar que la creación personal y colectiva no se ha detenido, que Jordán espera con ansias la salida de su cuaderno poético Caminante de la sombra, Premio Rubén Martínez Villena, y Mireysi y Aleida oxigenan con versos y cuerdas una combinación llamada Trovesía.
Emilio creó un curioso instrumento de percusión afrocubana, aún sin nombre definitivo, Terry no se ha rendido a la hora de escribir sobre los creadores artemiseños, Yawar y Kchiván afinan sus armas para volver a irradiar en escena, varios talentos de la AHS aspiran a cumplir su sueño de ser miembros de la Uneac y la doctora Massiel Fuentes Quiribeyro, vocalista de Yawar y también reconocida, resultó parte activa de quienes lucharon sin tregua contra la Covid.
Y en medio de este encuentro por y con la cultura cubana, brotó el recuerdo hacia quienes partieron en este par de duros años, dejando tras sí profundo desconcierto y dolor: Isbel García, Juan Elmo Rodríguez (Tapita), Sandalio Camblor, Maricela Corbo, Emilio Ichikawa, Ángel Machín…, aunque, tal como aseguró Méndez, “los seguimos llevando en el corazón”.