La Covid-19 nos coloca contra las cuerdas. No es suficiente con ser disciplinado y seguir los protocolos, el virus está ahí, al asecho del más mínimo descuido y con la lamentable realidad de una escases de insumos médicos, como nunca antes, en el más de medio siglo de Bloqueo Económico, Comercial y Financiero.
Pero siempre hay un respiro, un latido de amor que nos llega, de algún sitio lejano, porque Cuba- el país más solidario del mundo-merece toda la ayuda necesaria.
De Gran Canarias al Iván Portuondo
El donativo llegó cuando la provincia experimenta la más compleja situación, desde el inicio de la pandemia.
La carga humanitaria salió del Cabildo de Gran Canaria, en España, pero contiene recursos adquiridos por varias organizaciones, entre ellas, la Asociación de Amistad Canario Cubana y la Consejería de Cooperación Institucional y Solidaridad Internacional del Cabildo Insular.
Jeringuillas, esparadrapos, agujas de varios calibres, un respirador y un desfibrilador, que serán puestos en función de los servicios de terapia, explica la doctora Odalis Valdés, directora de la institución hospitalaria.
Argumenta que no es la primera vez que reciben esta carga de amor. Anteriormente había llegado un equipo de electrocardiograma, necesario por su alta resolutividad, no solo en cuidados intensivos, sino también en los servicios de cardiología y neonatología.
En trámites se encuentra una torre de mínimo acceso y un artroscopio.
Puentes de amor entre San Antonio y Canarias
Bautizada con el nombre de Ariguanabo, funciona una red de apoyo a San Antonio de los Baños, a través de la cual se notifican los donativos que llegan, con fondos del Cabildo de Gran Canaria.
Luis Plácido Ortega, miembro de la red, explica que varios grupos solidarios se interesan por adquirir y enviar, parte de los equipos necesarios, que lamentablemente le resulta difícil comprar a Cuba por las trabas de cerco económico.
Menciona a la Asociación Canario Cubana Antonio Pérez Monzón, la Asociación Casa de los Pueblos de Canarias y la empresa COMEX, quien se encarga de localizar, adquirir y almacenar los insumos- sin costo adicional para el proyecto-, hasta tanto puedan salir para Cuba.
En esta ocasión, también reciben la carga de amor, el Hospital Oncológico de Pinar del Río y MEDICUBA, declara Plácido Ortega.
Y esto ocurre, justo cuando toda Cuba destila dolor por el número creciente de casos positivos a la Covid-19 y muchas familias lloran la pérdida de un ser querido.
En tiempos de pandemia, cuando toda la humanidad lucha contra un enemigo invisible, pequeños gestos como estos, desbordan sentimientos, emociones, da nuevas esperanzas para seguir creyendo, para seguir amando, para continuar en esta lucha salvando corazones.