Los protagonistas de este gesto no se conocen. Incluso, viven en ciudades diferentes, pero los une la voluntad de aportar, en momentos tan complejos como los que vive Cuba.
Algo tan simple como recolectar pomitos vacíos de compota para donar a la Sala de Neonatología del Hospital General Docente Iván Portuondo de San Antonio de los Baños, algo que indiscutiblemente toca el corazón de muchas madres, asegura con los ojos inundados en lágrimas Luyi Larramendi Martínez, quien hace 12 años, cuando tuvo a su niña, fue necesario alimentarla, por tres días, con vasos de pequeño formato para garantizar su vitalidad.
Todo ocurrió a través de la red social Facebook, donde Damián Flores Hernández y Arlen Martínez Herrero, administran la página La Bombilla, una tienda que se ubica en Juan Delgado, en el municipio capitalino de la Víbora y que se dedica, en lo fundamental, a la confección y venta de objetos utilitarios para el hogar.
Un buen día Damián escucha a su suegra decir que en el Hospital Materno Hijas de Galicia carecían de vasijas adecuadas para dar la leche a los recién nacidos que no podían ser amamantados, así nació el proyecto que ya ha concretado dos donaciones a la mencionada instalación hospitalaria y que ahora deja sus huellas para los neonatos de territorio ariguanabense.
Luyi, por su parte, vive en el municipio de Mariel, y mientras coordinaban- a través de textos- vía Messenger, muchos capitalinos hacían llegar a La Bombilla, los pomos que iban recopilando. Los gastos del transporte y el chofer, también cuentan como aporte voluntario, en esta historia de amor, que se teje desde la red de redes, donde sus implicados solo saben de hacer el bien, de aliviar en medio de tanto dolor y carencias.
En el interior del hospital, una salita donde se reciben los más de 250 frascos y un equipo de médicos y enfermeras que posan para las cámaras, algunos con esa sonrisa que delatan los ojos y esconde el nasobuco, otros, con las pupilas húmedas de agradecimiento.
Entre ellos, Aydé, un nombre que se esconde entre ropajes verdes, es neonatóloga y hoy es la jefa del equipo. Toma el celular, activa la cámara y se desdobla para dejar evidencia gráfica de lo que viven los bebés detrás de esas puertas.
Damián regresa a su Habana y aquí deja el compromiso de continuar recolectando, de seguir aportando con la colaboración de muchos capitalinos.