Llegaron para quedarse en 2020. Deben usarse en sitios donde exista aglomeración de personas o no se pueda mantener la distancia establecida. En el resto del mundo se conocen como mascarillas; para nosotros son nasobucos.
Además de brindarte la protección necesaria, también expresan identidad, individualidad, estilo. Antes del coronavirus eran comunes en países de Asia: en China y Japón solían usarlos para protegerse de la contaminación. Incluso artistas o diseñadores los esgrimieron.
En la nueva normalidad, impuesto su uso, los debates giran sobre si las grandes firmas como Gucci, Louis Vuitton o Chanel, que en un primer momento las fabricaron para el personal sanitario y ahora lo hacen para el público, han utilizado el momento para sacar provecho económico.
Ahora los nasobucos han invadido las portadas de revistas y pasarelas, muestran a famosos usándolos. Son parte de nuestra cotidianidad, en Instagram, en Facebook…
Añade esta prenda a tu vestuario y combínala de manera original con tu conjunto. Hay para todos los gustos: de color entero, con estampados, con dibujos o carteles, discretas o de animal print, también cuadradas, futuristas o de flores; las opciones son infinitas.
Confecciona tus nasobucos con múltiples diseños; el mundo de la moda te servirá de inspiración, o busca ideas en redes. Piensa como combinarlos con tu ropa, con tu vestido, camisa o accesorios, desde la cartera hasta los aretes.
Pueden ser negros o rosados. Si eres de un estilo único, acompaña lunares con rayas, hazle bordados o añádele lentejuelas. Te brindo un par de ideas; el resto va por tu creatividad. La mascarilla debe tener tres piezas; las telas más recomendadas son el algodón y el poliéster. Ahora solo queda hacer modelos divertidos y únicos.
Siempre recuerda usarlo de manera responsable, esa es tu protección contra el virus. Acá te dejamos unos tips.