Las agencias de inteligencia de EEUU están preparando el informe que les encargó el presidente Joe Biden para determinar el verdadero origen del coronavirus. Sin embargo, hasta ahora no han encontrado pruebas concretas que respalden la teoría de la ‘fuga del laboratorio’.
Según fuentes anónimas citadas por Global Times, incluso las propias instituciones de investigación de EEUU y sus aliados creen que es casi seguro que el virus no fue creado artificialmente.
A pesar de todas las evidencias, EEUU está decidido a utilizar esa supuesta investigación para arrojar barro a China. Sin embargo, la evidencia es mayoritariamente circunstancial y poco confiable, asegura el medio.
Las fuentes dijeron al medio que Washington ha estado presionando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y persuadiendo a sus aliados, incluidos la UE, Australia, Japón y otros países, para lanzar la «segunda fase de rastreo de los orígenes» en China lo antes posible y tratando de doblegar la voluntad de los científicos publiquen estudios en contra de del país asiático.
(Tomado de Sputnik)