Un video se ha viralizado en redes sociales: el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz en visita a Cienfuegos resaltó como causas del actual escenario epidemiológico los incumplimientos de lo establecido, acumulación de problemas subjetivos, errores e indisciplinas.
Ante su llamado a revisarnos, porque somos seres humanos y las fallas no están ajenas (mucho menos en tiempos de limitaciones y carencias), unos cuantos aprovecharon para “revelar” la supuesta desvalorización del Estado Cubano al personal médico que tanto empeño pone cada segundo, sin importar cuánto falta o por qué no lo tenemos.
Para nadie es un secreto que el país atraviesa la etapa más difícil en el enfrentamiento a la COVID-19, recrudecida por un bloqueo que no es “trova” ni “cuento de camino”. Sumémosle el incumplimiento de protocolos, las manos que aún no se extienden y la irresponsabilidad ciudadana.
Nuestros médicos nunca serán menos estimados, ni nadie lo permitirá, pues su batalla es ardua, estresante y triste. Han decidido entregar más horas a la causa de arrebatarle vidas a la muerte, a la de poner en alto el nombre de una nación del Tercer Mundo que requiere del esfuerzo de todos.
En estados de WhatsApp, muros de Facebook e incluso miradas, hemos visto el desconsuelo de almas blancas como sus batas, por un fragmento de la intervención del Primer Ministro. Sin embargo, ¿conocemos el escenario en el cual fue pronunciada?¿Sus palabras pretenden verdaderamente desestimar el papel de nuestros médicos, enfermeros y personal de apoyo?
Para malinterpretar, tergiversar, crear caos y dañar sobra gente; está más que demostrado. Convierten palabras o sucesos a su conveniencia, principalmente ahora que la “fatiga pandémica”se cierne contra nuestras fuerzas.
Sabemos que necesitamos más camas, oxígeno, antibióticos, vacunas y hasta personal, pero seamos sinceros: en muchos lugares no se trabaja como está establecido.
A diario chocamo scon llegadas tardes, puertas que nunca se tocan, pacientes positivos en su domicilio aún en espera de ser visitados…y hasta ilegalidades. Entonces, ¿fue la intervención de Marrero un acto de desprecio?
No puede haber contemplación ante lo mal hecho. La culpa de la actual situación no es ni será de los médicos. Que quede claro. Marrero llamó a revisar métodos de trabajo, rectificar errores, al control, a integrarse y mantener comunicación con el pueblo.
Hoy los titulares de unos cuantos medios extranjeros destacan la humillación, o la “supuesta culpa” que recae en los médicos luego de la crítica. Son señalamientos reales que claramente no incluyen a todo el personal de salud.
De lo que poco se habla es de la solidaridad; de quienes no lucran con medicamentos; de médicos que hacen oídos sordos a la incitación, porque para ellos no hay tiempo que perder; de la innovación para compartir el oxígeno mediante su estetoscopio, como mangueras dobles; del consuelo y la preocupación tan vitales como cada medicamento.
Con la COVID-19 cada error significa retroceso. Si alguien duda de la opinión de Manuel Marrero sobre nuestros médicos, grabe bien sus palabras.“La admiración y respeto del país por nuestro personal de salud es infinita; honor a quien honor merece”.
Reconforta saber que no hubo tal arremetida contra esos hombres y mujeres, capaces de ayudarnos como ningún otro a resistir esta batalla. A ustedes, gracias.
Tiene ud toda la razon…Mis respetos por tanta coherencia, ha dicho en pocas palabras el sentir d muchos cubanos. Gracias.