A pocos días de la inscripción oficial de la delegación a los Juegos Olímpicos de Tokio, Cuba llega a los 69 cupos para esa magna cita, tras los dos logrados por las muchachas del voleibol de playa.
Así informó a Jit su director de Alto Rendimiento, Julio Rafael Miranda, quien añadió que esta será la tercera delegación más pequeña de Cuba a una cita estival, después de 1959.
Hasta el momento, las disciplinas con más cupos asegurados a Tokio son: atletismo, con 18, lucha (12), boxeo (7) y judo (6), también las de más posibilidades de medalla y títulos.
Le siguen en número de participantes el canotaje (5), tiro deportivo (5), pesas (4), voleibol de playa (2), natación (2), pentatlón moderno (2), tenis de mesa (2), gimnasia artística, ciclismo, taekwondo y remo (1), en las cuales también puede caer alguna presea.
Según Ariel Sainz, vicepresidente del Inder, esta delegación habrá de ser muy efectiva para cumplir con las aspiraciones de permanecer entre los 20 primeros lugares del medallero general. Es una meta bien complicada de lograr, pero al alcance de la calidad de nuestros deportistas.
Será la participación número 21 de la Mayor de las Antillas en una cita bajo los cinco aros. En las anteriores hemos sido representados por más de 1 700 atletas y conseguido 226 preseas: 78 de oro, 68 de plata y 80 de bronce.
Para tener una idea, nuestro archipiélago ha alcanzado más títulos que naciones de altísimo desarrollo como Austria (18), Bélgica (39), España (45), Dinamarca (45), Nueva Zelanda (46), Suiza (50), Noruega (56) o Canadá (64), todas con al menos tres participaciones más en estas citas (algunas incluso siete u ocho).
A Rio de Janeiro’16, Cuba envió más de 120 atletas, a competir en 19 disciplinas. En tierras cariocas lograron 11 preseas: cinco de oro, dos de plata y cuatro de bronce, con las cuales alcanzamos el puesto 18 en el medallero.
En ese entorno de preseas debería andar nuestro país en Tokio, aunque el boxeo –históricamente el principal ganador de medallas y títulos- tendrá tres posibilidades menos, pues entonces compitieron diez divisiones y ahora solo ocho, sin presencia cubana en una de ellas.
También está la duda de la forma de nuestro abanderado y tricampeón bajo los cinco aros, Mijaín López, quien tiene cinco años más respecto a la última edición, durante los cuales se ha reservado y competido poco. Si está en forma no tendrá rival en busca de su cuarto título, pero eso solo lo saben él y sus entrenadores.
Y en el otro lado de la balanza está el atletismo, con posibilidades de mejorar y mucho el solitario bronce obtenido en la anterior cita. Las discóbolas y los saltadores de ambos sexos tienen las mayores posibilidades de aportar metales, incluso alguno que otro dorado.
Tras cinco años de espera, y una larga lista de incertidumbres y contratiempos, el 23 de julio se encenderá el pebetero en Tokio. Allí, la pequeña delegación cubana tendrá el reto de ser muy efectiva si aspira a mantenerse entre las 20 primeras naciones del mundo deportivo.