Aunque resulta todavía insuficiente, la red de tiendas y algunas bodegas del comercio minorista en Artemisa comercializan legía y cloro al 1% y 5%, para hacerle frente a la COVID-19, al menos desde las manos.
“Una demanda por encima del inventario existente impide que se venda por núcleo gel antibacterial u otras soluciones a base de alcohol. El suministro depende de gestiones con Almacenes Universales, Suchel Camacho S.A., las Unidades Empresariales de Base de Plaguicidas en Candelaria y la de Carburo y Acetileno en Caimito”, explicó Kirenia Carabeo Rivero, directora interna de Comercio en la provincia.
“A las direcciones municipales les corresponde una tarea imprescindible, relacionada con la autogestión de esos productos a través de proveedores. Aun así, los desinfectantes de gel o alcohol son muy pocos: unos 2 000 pomitos que se agotan de inmediato.
“A principios de la pandemia solo vendíamos cloro al 1% normado. A partir del reclamo nacional, hemos garantizado la presencia de otros productos, de acuerdo con las posibilidades, principalmente en Artemisa, San Antonio de los Baños, Mariel y San Cristóbal, los más populosos. No obstante, el resto también se ha beneficiado”.
La atención a los asentamientos poblacionales es prioridad para las direcciones municipales, refiere la directiva. “A través de puntos móviles y en bodegas donde su almacenamiento no contamine los alimentos, reciben el cloro en diferentes formatos, por un precio que varía y se valora según el costo en el mercado interno”.
La actual situación epidemiológica exige estrechar vínculos con los proveedores. Producir más y asegurar la presencia en tiendas de estos surtidos es imprescindible, pues la pandemia también entra por nuestras manos.