En la gesta que aconteció el 26 de Julio de 1953, en Santiago de Cuba, los artemiseños tuvieron una amplia participación. Muchos incluso encontraron la muerte en aquella valerosa acción.
Desde el artemiseño inicia hoy esta sección donde te presentaremos las biografías de aquellos jóvenes rebeldes.
Tomás Álvarez Breto (07/03/1928 – 26/07/1953)

Tomás Álvarez Breto, nació en Artemisa, en pleno machadato el 7 de marzo de 1928, hijo de un humilde matrimonio también artemiseño, compuesto por José Martín Álvarez, obrero azucarero y Gabina Breto Castillo, quienes supieron de estrecheces y de miserias.
Su padre fue obrero del central El Pilar (Eduardo García Lavandero), y del central Andorra (Lincoln), en cuya destilería trabajó hasta el cierre de la misma.
Tomás Álvarez Breto siguió la suerte que correspondía a los hijos de un obrero con numerosa prole, en la etapa del capitalismo: abandono de la escuela y comenzar a trabajar de niño para ayudar a su hogar.
Solo pudo llegar hasta el tercer grado de la primaria, pues de niño tuvo que dedicarse a vendedor ambulante de dulces, junto con su hermano Orlando.
En plena adolescencia, con 14 años, ingresa en la panadería La Perla. Se hace hombre en el duro trabajo de panadero, al que se dedica por varios años.
Trabaja después en el picadero de piña. El escaso salario que recibía, lo hace emigrar hacia la capital a trabajar como albañil en la Compañía Constructora Caramés.
Al hacerse cargo la citada compañía de la construcción de edificio de la embotelladora Coca Cola de Artemisa, regresa a su pueblo natal, a su querido hogar, trabajando en dicha construcción, en el que fuera su último trabajo.
Los hermanos de Tomás eran seis: dos varones (Orlando y Ronaldo) y cuatro hembras (Margarita, Josefina, Mariana y Pilar).
Cuando Tomás cae en el Moncada a los 25 años, deja dos hijos: Jorge y Gilda.
Tomás tenía un carácter alegre, jovial y cariñoso, aunque con un gran sentido de la responsabilidad. No podía ver una necesidad, o una miseria sin que tratara de remediarla. Tenía excelentes relaciones humanas. Se llevaba bien con todo el mundo, por lo que era muy querido por todos los que lo conocían.
Enemigo de las injusticias y de la politiquería que imperaba en su patria, había en él un gran revolucionario en ciernes.
Fue miembro de la Juventud Ortodoxa artemiseña, donde desarrolla sus inquietudes políticas y revolucionarias, junto a muchos que después fueron sus compañeros en el Moncada.
Desde pequeño fue íntimo amigo de Ciro Redondo, de Ramiro Valdés y de Mario Lazo y con ellos participó en todos los preparativos que bajo la dirección de Fidel se realizaron para llevar a cabo la gesta heroica del Moncada.
Cuando en la Granjita Siboney se distribuyeron los grupos que atacarían al Moncada, Tomás Álvarez Breto fue asignado al que tomaría el hospital Saturnino Lora, bajo el mando de Abel Santamaría.
Allí combatió con valor hasta que se le terminó el parque que llevaba. Vivió toda la odisea de los compañeros detenidos en el hospital y corrió la suerte del grupo de mártires y héroes: fue torturado y asesinado el 26 de Julio de 1953.
Dirección Municipal ACRC, Artemisa