En un escenario marcado por la reforma económica y los vacíos productivos que en ocasiones provoca la COVID-19, la minindustria La Caprichosa comenzó la nombrada Zafra fuerte, cuando reciben elevados volúmenes de materia prima.
Perteneciente a la Empresa Agropecuaria de Alquízar, la pequeña fábrica ya procesa los primeros 120 quintales de mango, cosechados en la Cooperativa de Producción Agropecuaria Héroes de Yaguajay.
Argemis Kindelán, jefe de brigada, asegura que en esta etapa pueden moler 2,5 toneladas diarias de frutas, pero en picos de producción casi duplican la cifra. Para un mayor aprovechamiento conformaron dos turnos de trabajo de siete horas cada uno.
La contratación de la materia prima dejó de ser un problema; sin embargo, la falta de envases pudiera poner un freno a las ambiciones productivas de La Caprichosa.
El Mercado Agropecuario Estatal de esta localidad recibe gran parte de la mercancía, aunque en tiempos de pandemia adquieren relevancia las áreas declaradas en cuarentena por emergencia sanitaria o con limitación de movimiento, declara Kindelán.
También cumplen su encargo social en centros asistenciales de Salud, como el Hospital Ciro Redondo, y comercializan con Trabajadores por Cuenta Propia y entidades del sector estatal, previa firma de convenios contractuales.
Justo por estos días priorizan la molienda de mango, pero no se apartan de otras líneas de gran demanda, como adobo, vinagre, salsas condimentadas y encurtidos.
Kindelán asegura que las minindustrias surgen como estrategia para solucionar los picos de cosecha, concepto por el cual se contabilizaban grandes pérdidas económicas, y como opción de servicios alimentarios a la población.
Muy buen trabajo,los trabajadores de la minindustria nos sentimos comprometidos con nuestra misión…la alimentación del pueblo.