Las competencias de conocimientos son una tradición entre los estudiantes del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Mártires de Humboldt7, ubicado en San Antonio de los Baños. Semejantes desafíos desarrollan el potencial de los jóvenes en diferentes asignaturas… y los motivan.
Todas las generaciones que cursaron estudios en este plantel, han participado en certámenes e integrado preselecciones nacionales, incluso internacionales.
Aunque la COVID-19 ha transformado los métodos, no aplaca los deseos de competir, ahora de manera virtual, gracias a las potencialidades que brinda Internet.
“Al conocer la convocatoria del IPVCE de Camagüey a una competencia online de Matemática llamada El Reto, los miembros de la preselección de esa asignatura en Humboldt 7 se prepararon y obtuvieron tres medallas.

Artemisa fue la segunda provincia con mejores resultados”, revela Marifelis Portuondo Fornaris, la entrenadora principal.
Esta fue una experiencia sin precedentes, coinciden los medallistas. Aluden a la habitual presencialidad, por el rigor de estas lides. Pero celebran que la pandemia no les robara el chance de participar, porque les apasionan las ciencias, y el reto les motiva a aprender mucho más.
Varios señalan estas pruebas como una oportunidad para evitar la rutina que provoca el encierro, mantener el hábito de estudio y encarar una competencia sana en pos de resultados tanto individuales como para la escuela, el municipio y la provincia.
Posteriormente, con el apoyo de los profesores Rosa, Rafael, Milena y alumnos destacados en asignaturas como Matemática, Física, Química, Español, Historia, Inglés e Informática, participaron en la Olimpiada mensual que organiza Camagüey.
El ariguanabense Yadrian de Jesús Falcón intervino en la justa de Química. “El pasado año competí en la Olimpiada Nacional, de la cual fui medallista y obtuve una beca para el Centro de Entrenamiento de la Preselección Nacional. Sin embargo, nunca viví tanta tensión como en los días previos a la V Olimpiada camagüeyana de conocimientos.
“Recibí la invitación en medio de la cuarentena en San Antonio. Así, desde una pequeña finca en las afueras donde apenas se consigue la conexión a Internet, me dispuse a participar”, afirma el joven de onceno grado, además presidente municipal del Movimiento Juvenil Martiano.
“Ante la inesperada situación, me vi obligado a prescindir de mis libros, pues la mayor parte se quedaron en la escuela. Por suerte, en Humboldt 7 aprendí la máxima martiana de que ‘no fructifica la educación si no es continua y constante’. Por eso no me es posible desvincularme de la preparación para concursos, aun en estos meses de confinamiento.
“La Humboldt es la Humboldt”, indica en clara alusión al afán y la disciplina necesarias en un estudiante de ese preuniversitario, y agradece a sus profesores, muchos de los cuales también apoyan como voluntarios en el actual centro de aislamiento para casos sospechosos de COVID-19.
Con nuevas ideas para mejorar la preparación y el desempeño en los encuentros virtuales, los alumnos del IPVCE artemiseño encaran estos tiempos difíciles: la situación epidemiológica no frena su motivación, sino que aprovechan la tecnología para probar sus conocimientos… y la excelente formación recibida de sus maestros.