Los sancristobalenses Lety Marrero Romero y Ariel Díaz Gordillo comparten mucho más que una vida en pareja. En esta batalla cubana contra la Covid 19 ellos han dado el paso al frente desde sus puestos de trabajo, en la misma línea roja, a riesgo de sus vidas, y ahora son privilegiados de formar parte de la intervención sanitaria con el candidato vacunal Abdala.
Ella, de 46 años, es Licenciada en Atención Estomatológica, y ha trabajado durante toda esta etapa en las pesquisas realizadas en el municipio.

Él, con 49 años, es chofer de Cubataxi, y transporta a pacientes necesitados de hemodiálisis, o apoyando en centros de aislamiento y en el traslado de médicos especialistas a La Habana. Por su contacto directo con pacientes positivos a la Covid, incluso estuvo aislado en una ocasión; esos son los únicos días donde ha estado separado de sus labores.

Ambos, ya con una segunda dosis del candidato vacunal Abdala, refieren su buen estado de salud, al tiempo que se mantienen en la primera línea de la batalla contra tan terrible epidemia, de ahí el orgullo que sienten sus hijas y su pequeño nieto de tan solo cinco años. Para él también va el esfuerzo diario.
El candidato vacunal Abdala comenzó a aplicarse en Artemisa como parte de una intervención sanitaria que abarca al personal de la Salud del territorio y a otras personas que como Ariel permanecen expuestos por su contacto con positivos o sospechosos.