¿Impartir justicia desde un tribunal o echar el pulmón en el potrero? ¿Vestir con la toga cada mañana o lidiar con un sombrero, unas botas de goma, la dureza del Sol y las bondades del campo?
No fue muy difícil saber que sobraron las primeras opciones para Antonio Ramón Catalá González, un guajiro que desde Cayo La Rosa, en Bauta, vive las vicisitudes de un rebaño de casi 200 animales y promedia 7.6 litros de leche por vaca, en el primer cuatrimestre de 2021.
¿Qué frena el desarrollo ganadero en Artemisa? ¿Cuál es la fórmula para que haya más leche y carne vacuna? Solo dos interrogantes y una voz, si no la más autorizada para algunos, la de un ganadero que hace ocho años amanece a las 4:00 de la mañana sin horario de regreso a casa, y está entre los 1 880 productores privados que procuran el 80% del plan provincial de leche.
En su finca El madero ordeñan unas 20 vacas, y entregan a la industria de 100 a 130 litros de leche diariamente. “Ese pacto no se puede incumplir”, sostiene, y agrega 80 con doble ordeño en la tarde, para superar pronósticos.

“Una vaca debe comer un volumen superior al 10% de su masa corporal y consumir al menos 120 litros de agua al día. En su éxito con fines lecheros o de carne influye, además, el genotipo, su atención y manejo.
“¡Mira qué follaje! Eso da la masa, pero no se logra tan fácilmente”, asegura mientras guiña el ojo, y se sincera, pues lo sembrado ha sido a fuerza de amigos y ayuda, dice.
“Este terreno es muy húmedo. Sembré hace casi un año esta variedad de King grass, y fui probando con las semillas. ¿Cómo lo replicaba? ¿A qué distancia? ¡Inventando!
“Cuando lo cortas y lo riegas tiene un tamaño de 70 u 80 centímetros, reproduce muy rápido y aporta muchas proteínas a las vacas lecheras, con un rendimiento altísimo. En la seca comieron dos meses, y debe durar unos cinco meses más.
“Allá hay una y media hectáreas de caña, y la tierra preparada para sembrar otras cinco; sin embargo, el año pasado no llegó la semilla. El guajiro tiene un límite, y hay instituciones que deben concretar ese apoyo para avanzar. Machado Ventura llamó a potenciar a quien tiene ganas de hacer, y no se ha hecho bien.
“Hace cinco años buscamos en Bahía Honda una gramínea para el banco de semilla de la CCS Antonio Maceo, una caña digestiva para las vacas y resistente a las plagas. Aunque era finita, le gustaba al ganado, y se perdió.
“No todos los pastos benefician y rinden. Los institutos de investigaciones y empresas de semillas están para eso, incluso se debe acercar el tratamiento veterinario a los animales, y estudiar el suelo. Faltan estudios para ayudar al guajiro: sabemos, pero no somos científicos.
“Hay insumos, equipamientos, recursos indispensables en la ganadería, y existe una entidad creada para arrimar estos productos al campo: Gelma. ¿Realmente funciona si compramos un par de botas de goma (solo un ejemplo) a más de 2 000 pesos en el mercado informal?
“Sin importar sábado o domingo, pueden ser las 12:00 de la noche y ando en busca de mis vacas. En estos días me robaron dos recién paridas a pleno día, en el pastoreo. Hallé una sacrificada. ¿Cuántas veces el culpable va tras las rejas?
“A pesar de tantos pesares, las 63 medidas aprobadas para potenciar el Programa Alimentario en Cuba son un premio, sobre todo a quienes nos enamoramos de la ganadería.
“La leche seguirá siendo mi fuerte, toda a la industria. También venderé carne vacuna”, asegura quien tiene unos 16 toros listos para comercializar.
“Me preocupa que Bauta no tiene losa sanitaria y el destino de derivados como la piel, los cascos y hasta los tarros útiles para artesanías. Quiero aprovecharlo todo”, insiste.
“El que no quiere hacer dinero no lo hace; el cambio es radical. Ganaba 25 000 pesos cada mes; ahora con mis pronósticos debo estar por los 112 000. Vendí animales a 4 000 o 5 000 pesos, hoy valen 11 000. El guajiro que se equivoque, pierde; si cumple, gana.
“Falta a veces la orientación, y está en el funcionamiento de las formas productivas, los grupos de trabajo, en las empresas agropecuarias, en los asesores que deben estar con el pie en la tierra junto al ganadero diciéndole cómo hacerlo; claro, ¡el que no quiera…!
“Si tu empresa es mala ganadera, no funciona, no tiene resultados. ¿Qué ejemplo va a dar? ¿Cómo multiplicar lo bueno? Hay guajiros con potencialidades, pero no vemos más allá y hay que proyectar al futuro: unos con el pulmón en el potrero y otros con ciencia y conocimiento en torno a él”.
No entiendo por qué aparece una referencia a Machado Ventura en el artículo.
HOla, aparce Machado Ventura porque lo citó el entrevistado, pues mucho debatió el tema de la ganadería en nuestra provincia y dejó un camino de cómo hacerlo mejor. Saludos.