Unos 100 kilómetros y casi dos horas promedia el viaje de Aurora, desde Bahía Honda hasta San Antonio de los Baños, para comprar algunos alimentos y satisfacer —en parte— los suministros precisos a su actividad como Trabajadora por Cuenta Propia (TCP). En ese municipio radica el único almacén de Mercabal en la provincia de Artemisa.
“¡Un verdadero problema!, incluso comunicar con el también único teléfono (47 383810) que tienen, para marcar el turno cuando haya al menos tres productos, pues regresar solo con azúcar y arroz los encarece mucho, si sumamos el precio ‘por las nubes’ del transporte”, comenta la bahiahondense.
De acuerdo con el Lineamiento 251 del VII Congreso del Partido, en 2018 fue creado en el país el Mercado Mayorista de Alimentos (MMA) Mercabal, un reclamo para el desarrollo legal de las nuevas formas de gestión.
Y en poco más de dos años Mercabal llegó al territorio, sin las condiciones necesarias. Ubicamos los productos en el mismo almacén donde brindamos servicios a Comercio, a las Cooperativas No Agropecuarias (CNA) y a los arrendatarios, explica Orestes García Salup, director general de la Empresa Mayorista de Alimentos, a la cual se subordina.
Aquella esquina ariguanabense, siempre está bien concurrida. Se aglomeran personas que marcan desde la madrugada, camiones, bicitaxis y cualquier otro medio que facilite el traslado de las mercancías, pues a diario atienden de 20 a 30 TPC, si hay productos… y Mercabal ni siquiera tiene un equipo de trabajadores para tal objetivo, estructura que viabilizaría el servicio.
Sacar su propia cuenta
Desde el restaurante El Chino, en Mariel, Lázaro Onel Lemus Márquez llegó por primera vez a Mercabal. Aunque solo carga arroz y azúcar blanca, en el maletero de su auto particular, dice estar supercontento.
“Logré facturar y comprar muy rápido. Ahora vendré todos los meses; así aseguro al menos algunos productos.
“En este tiempo de pandemia, solo ofrecemos servicio de almuerzo y comida a unos 30 comensales de la fábrica procesadora de cárnicos Richmeat, en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, hasta donde nos trasladamos”, comenta y alude a otros contratos con Empresas Mayoristas en La Habana, para adquirir cárnicos y demás mercancías.
Aún en la cola, Nery Ramírez González y Norelis González Medina, de Guanajay, mostraban cansancio en la mirada, pues su día comenzó casi a las cuatro de la madrugada.
“Alquilamos un camión de forma conjunta, para llevar a nuestras paladares como mínimo dos productos. Ofertamos solo comida para llevar, y casi se ha vuelto imposible contar con los suministros”, nos dice Norelys, quien pertenecía al sector de la Salud y vio en el trabajo no estatal una forma de subsistir.
“Antes, había opciones en el mercado liberado, y las tiendas recaudadoras de divisas eran una ayuda. Ahora en MLC o cerradas, además de la nueva tarifa de electricidad, el precio más elevado de las balitas de gas con las cuales elaboramos y los inspectores exigiendo como nunca, resulta muy difícil trabajar.
“Por si no bastara, hay carencia de frutas, vegetales, granos, hortalizas… que tampoco adquirimos por contratos. Ni cajitas de cartón, servilletas, vasos ni cucharas desechables hemos podido comprar más”.
Lleno de incertidumbre, un panadero-dulcero de la ciudad de Artemisa igual llegó hasta San Antonio de los Baños, ya con todos los documentos en regla.
“Son casi las 3:00 p.m., pero aspiro a regresar con la harina y el azúcar asignadas. Me ha sido muy complicado, no así los huevos que cada mes son como un reloj en la misma unidad de Comercio de la ciudad. Todo se está volviendo más complejo para ejercer esta actividad”, declara sin querer compartir su nombre.
A apenas cuatro meses del inicio de Mercabal, y con cierre de 2020, ya habían contratado estos servicios 583 Trabajadores por Cuenta Propia de la provincia. Hasta abril de 2021 se unieron otros 144, de cuatro actividades: Restaurante, Cafetería, Bar-Recreación y Panadero-Dulcero. Quedan 814 sin contratar tales productos.
Mercado adentro
“Más de 10 millones de pesos representaron las ventas de esta nueva forma de comercialización mayorista en 2020, y hasta el cuarto mes del año actual han ingresado más de siete millones, a través de medios de pago electrónicos”, explicó el director general de la Mayorista.
Los productos estables son arroz, ambos tipos de azúcar, sal y harina de trigo, este último con poca disponibilidad en la última etapa, de ahí el priorizar solo a los Panaderos-Dulceros.
“No obstante, se han comercializado ron, vinagre, vino seco, refrescos, cerveza Cristal y siropes concentrados en diferentes formatos, productos controlados por empresas pertenecientes a la Industria Alimentaria”, enfatiza.
De las insatisfacciones de este mercado, muy necesario entre los cuentapropistas, resalta no contar con sucursales u otras unidades en cada municipio, o al menos que acerquen un poco más los productos a sus clientes.
¿Depende de la Mayorista? “No. Es un problema de local a resolver por las Administraciones Municipales. Nosotros los acondicionaremos, según disponibilidad de presupuestos, y asignaríamos los recursos humanos para ofertar el servicio.
“Así desconcentraríamos estas molestas colas, se acercarían los productos a los cuentapropistas, la gestión del contrato sería más viable, e incluso algunas mercancías pueden ir directo al municipio, en dependencia del asentamiento del proveedor”, señala García Salup.
Pregunto si venden aceite, helados o algunos cárnicos de forma mayorista a los TCP. Y obtengo un no por respuesta. La ausencia de envase para el primero y de refrigeración para lo segundo y tercero, son los argumentos.
Entonces, ¿se parece la oferta de Mercabal a la tablilla de las paladares? ¿No habrá suficientes Empresas en la provincia para contratar algo más que azúcar, arroz y sal (que deben venir por la “canalita”) y acercar esta venta mayorista a la demanda de los cuentapropistas, que también sirven al pueblo?
Desafíos se vislumbran muchos. Voluntad y constancia deberán unirse, para calar más en un sector que —en mi opinión— desplazó al estatal en las cuatro modalidades que hoy tienen contrato con Mercabal Artemisa. Falta camino por andar. ¡Y mejor que sea de prisa!
Excelente por fin alguien q ve nuestra realidad gracias por apoyarnos 🙏
Hola,buen día, Es un tema para seguir investigando y encontrar rápidas soluciones, pues son imprescindibles en la cotidianidad de los cubanos.
Es para reír, cuánto maltrato y cuenta ineficiencia, como sí desconcentrar las mismas mercancías por municipios fuera culpa del bloqueo, que es lo que falta, cerebros, humanidad,o ganas de ayudar a un sector que se lo merece, por cosas como estas, es que no podemos avanzar.
Buen día, NO era reir la opción que deseamos, no obstante crea detrás hay un trabajo serio, y mecanismos a engrasar, pues como sistema aún tiene muchas imperfecciones, pienso que debemos, los que deseamos lo mejor para este país dentro y fuera, que debemos señalar las manchas y buscar la luz. Gracias por seguirnos.
La idea es buena pero no esta funcionando como deveria
Revisé la página y sólo veo comentarios de hace un año o por lo menos 8 meses, apenas veo respuestas a los planteamientos, es decir que la gente escribe por gusto pues debe haber cientos de comentarios y se publican muy muy pocos y prácticamente no se responde nada y después de mucho tiempo