El 23 de julio ya casi está aquí. Ese día está marcado en el calendario mundial como el inicio de la gran fiesta del deporte mundial, pero como desde el pasado año, la cita estival aún está envuelta en un velo de incertidumbre, oscurecido con el nuevo rebrote de COVID-19.
Mientras los millones de contagiados crecen por semana, a los japoneses les han surgido dudas sobre si es seguro o no, realizar un evento de tal magnitud. Según una encuesta realizada por el medio de comunicación nipón Kyodo News, y citada por el diario Mundo Deportivo, casi un 60 por ciento de los encuestados pide la cancelación de los Juegos.
El propio estudio revela que un 25,2 por ciento(%) considera que el evento podría celebrarse sin público. Mientras sólo un 12,6(%) se ha mostrado a favor de seguir adelante con los Juegos Olímpicos con un número limitado de espectadores en las diferentes sedes.
Y ese no ha sido el único disparo, un 83(%) de los encuestados por el diario Asahi, uno de los más importantes de Japón, considera que los Juegos de este verano no deberían seguir adelante según lo previsto; divididos en 40(%) el cual cree que deberían posponerse de nuevo y un 43(%) que pide cancelarlos definitivamente. Mientras solo el 14 opina que el “show” debe continuar.
Ese mismo medio había realizado un sondeo el pasado mes y la variación del porcentaje a favor de cancelar los Juegos fue especialmente significativa, pues se situó en el 35(%), bastante similar a la de los meses previos.
En solo un mes los partidarios de seguir adelante con el evento se redujeron a más de la mitad, en buena medida porque un 87,7(%) de los encuestamos les preocupa que la afluencia de atletas y participantes pueda empeorar la propagación de la pandemia.
A solo dos meses del inicio de la magna cita, la capital japonesa se encuentra en estado de emergencia debido a la cuarta ola de contagios que enfrenta desde la llegada del nuevo coronavirus a su territorio, la cual mantiene el número de pacientes graves en cuidados intensivos a niveles récord.
Y precisamente por ello, se suma a todos esos “truenos” una petición de la Asociación de Médicos de Tokio, dirigida al Primer Ministro nipón Yoshihide Suga, para cancelar los Juegos debido a que los hospitales de la ciudad están desbordados y casi no tienen capacidad de reserva en medio del aumento de las infecciones.
“Pedimos encarecidamente que las autoridades convenzan al Comité Olímpico Internacional (COI) que la celebración de los Juegos es difícil y logren una decisión de cancelarlos”, decía la misiva citada por Mundo Deportivo, la cual se suma a la conocida petición en línea que pide la suspensión del evento y ya fue firmada por cientos de miles de personas.
Mientras tanto, los organizadores de Tokio 2020, las autoridades de la capital y el propio Primer Ministro japonés; afirman que es posible celebrarlo «de forma segura», para calmar los ánimos. Esas tres partes, y el Comité Olímpico Internacional, han dejado claro que la realización de la cita deportiva va sí o sí. Y en junio se determinará el número de espectadores –solo japoneses- que podrán acudir a las competencias.
Esperemos encontrar una alternativa que satisfaga a todas las partes involucradas en este conflicto de intereses. Atletas, fanáticos y organizadores –quienes invirtieron miles de millones de dólares- quieren por fin cerrar el ciclo de Tokio 2020, mientras los japoneses se preocupan –con mucha razón- por la salud de todo un país… dilema difícil de resolver.