Nadie sabe de qué recóndita certeza sacaron voluntad y razones para cambiar, de la noche a la mañana, su instinto innato para caldosas, amigos, algarabía, guitarra, río o mar incluidos, por aislamiento, seguridad, control sanitario, nasobucos, restricción de movimientos…
La familia de la Empresa Provincial de Campismo (517 trabajadores) celebró su aniversario 40 este 16 de mayo con sensibilidades diferentes. Así amanecen sus instalaciones desde el 19 de marzo de 2020, cuando en menos de 24 horas recibieron a los primeros contactos de casos confirmados de COVID-19 en La Chorrera, pionera en el país a disposición de la Salud.
A casi 14 meses de aquel día inicial de pandemia, más de 3400 artemiseños han pasado por los siete campismos de la provincia, no como vacacionistas sino como aislados, entre ellos 1 954 valientes, que antes también brindaron su mano a casos confirmados o a sospechosos de contagio.
Entre ese ambiente natural por excelencia, viven entonces sentimientos compartidos con incertidumbres y miedos, tras el paso al frente para cuidar a desconocidos. ¿Quién sabe si tantos rostros escondidos regresen un día con la gratitud segura, sin la pena de esperar un resultado que los confirme positivos o no al SARS-CoV-2?
Cada quien podrá tener su propia historia de estos 400 días, pero en Campismo habrá muchas que argumenten la condición de Jóvenes por la Vida, merecida por La Coronela, en tierras de Caimito, o las distinciones de Hazaña Laboral en manos de La Caridad, en el paisaje de Candelaria y de La Chorrera artemiseña.
Esos elogios que pudieran llegar al pecho de todos, son insignificantes ante las preocupaciones de las brigadas Elpidio Sosa, creadas por el Ministerio del Turismo: dos en cada instalación que se relevan a los 14 días… y no han padecido ni un caso de COVID-19 entre ellos.
Valen los aplausos para quienes, en medio de tanta entrega, no pierden de vista el Ordenamiento Monetario, y hasta abril sumaban más de 10 millones de pesos como ingresos totales, de los siete previstos, sobre todo por ventas de mercancías sobre ruedas, tal como asegura Acela Pérez Romanés, directora adjunta de la Empresa provincial.
Apaga 40 velitas una modalidad con el cuño previsor de Fidel, quien llegó hasta nuestro Taburete, en Candelaria, para inaugurar el Campismo Popular en Cuba, tal vez sin saberlo a ciencia cierta pero con el augurio de que su gente siempre, “Juntos por naturaleza”, sea tan solidaria, presta a recrear y a sanar si así lo dispone este verde Caimán.
Noble esta labor de los trabajadores de Campismo, llegue a ellos nuestra admiración y respeto. Excelente artículo, hacho con talento y humanidad, saludos.