Durante las últimas jornadas ha sido noticia la actividad del volcán en San Vicente y las Granadinas en el arco de las Antillas Menores. En un inicio, el flujo predominante favoreció que el Dióxido de Azufre (SO2) y otras partículas contaminantes se movieran por aguas abiertas del océano Atlántico. Sin embargo, las condiciones han variado y a partir del martes el flujo predominante en niveles medios de la troposfera va a favorecer que concentraciones de Dióxido de Azufre lleguen a la provincia de Artemisa.
Es importante señalar que, generalmente, estas partículas se mueven por niveles altos y medios de la troposfera; no obstante, pudiera afectar en alguna medida la calidad del aire en el territorio, situación que se puede extender hasta el próximo miércoles.
Las principales consecuencias al exponerse a estos contaminantes se observan en las personas que presentan enfermedades respiratorias agudas como por ejemplo, los asmáticos.
La recomendación es limitar las actividades al aire libre.
Tomado del muro de Facebook del Lic. Jorge Félix Hernández Capote, meteorólogo de la provincia.
Principales afectaciones del dióxido de azufre
Según en Centro Nacional del Medio Ambiente de Chile, en un estudio sobre las afecciones del SO2 en la salud de las personas, identificó que la exposición a dióxido de azufre en el aire produce una variedad de efectos agudos y crónicos sobre la salud de la población. Particularmente sobre las personas portadoras de asma.
La evidencia toxicológica demuestra los mecanismos de daño, tanto
respiratorio como sistémico. También la evidencia epidemiológica indica daño respiratorio y cardiovascular agudo, así como daño crónico respiratorio y sobre el desarrollo fetal.
El Dióxido de Azufre (SO2) que proviene principalmente de la combustión de combustibles fósiles (madera, carbón y derivados del petróleo) ha estado históricamente involucrado en los principales episodios de alta contaminación atmosférica (Valle del Mosa, Bélgica 1930; Donora, Estados Unidos 1948; Poza Rica, México 1950, y Londres 1952).
Estos episodios y sus consecuencias en la salud pública de las poblaciones
afectadas fueron el fundamento para el establecimiento de las regulaciones sobre la calidad del aire en todo el mundo.