La llamada reina de las viandas ya se consume por los habitantes de San Antonio de los Baños, uno de los cuatro municipios artemiseños que asume la producción de la siempre muy demandada papa.
Entre marzo y abril cada consumidor debe recibir diez libras del tubérculo, repartidas en tres vueltas (a cuatro las primeras y dos en la última vuelta), explicó Gerardo Alayón, jefe comercial de la Unidad Empresarial de Base Comercializadora Acopio.
Los puntos de venta se habilitan según la capacidad y cercanía de los consumidores. De tal manera, en el Mercado Agropecuario Estatal compran los usuarios de las bodegas El Lombillo, Primera de Nodarse, Primera del Reparto y la Modelo; el Mercado Sol de Cuba expende para las bodegas La Casita, Sol de Cuba, la Victoria, y La Guajira; el Mercado Agropecuario El Anchar, asume el expendio de las bodegas la Diana, La Popular, Brisas del Teide, El Lucero y la Idea, mientras que, las comunidades La Ceiba y Raúl Hernández Vidal, están comprando en sus propios puntos de venta.
En esta localidad, fueron plantadas 94 hectáreas (ha) distribuidas por las Cooperativas de Producción Agropecuaria Antero Regalado, Augusto César Sandino y Jorge Dimitrov, las que además, destinan un por ciento de su cosecha a la semilla para la próxima campaña.
Aquí cuentan con cuatro máquinas cosechadoras, cuyos volúmenes recolectados se destinan, además, a sectores priorizados como Salud Pública y Educación, sin olvidar el compromiso con la capital del país.
Artemisa sembró este año 500 ha, 800 menos que el anterior, debido- en lo fundamental- a las limitaciones del país para adquirir insumos y el paquete tecnológico que encarece su costo en el mercado internacional.
De alta demanda entre los cubanos e indiscutiblemente un cultivo que sustituye importaciones, la papa, que en la demarcación inició cosecha desde el mes anterior, ya hizo sus primeras entregas en los mercados capitalinos y ahora se distribuye por toda la provincia.