Le dedicaron una canción a la Patria, porque este es el momento. No esperan tendencias en las redes, escucharse más que un artista de moda o traspasar fronteras; prefieren sembrar respeto en el corazón de gente igual. Tampoco cambiarán sus principios como otros que traicionan, deshonran o manchan. Ellos saben cuánto los necesita Cuba, y ahí están dispuestos a fundar, amar… defender.
Maikol, Gustavo y Maudy son profesores de la escuela pedagógica Rubén Martínez Villena, ubicada en Alquízar. La COVID-19 también vació sus aulas, pero no pudo frenar la creación, pese a las distintas disciplinas que imparten.
Encontraron una manera de salvarse y, por si fuera poco, servir como voluntarios en un centro de aislamiento lejos de su familia.
“De pequeño la música estuvo en mí. Soy graduado de la Escuela Vocacional de Arte y luego de la Nacional. Me vinculé como instructor en la casa de cultura del municipio, hasta llegar al centro docente donde hoy radico”, cuenta Maikol Blanco González, líder de MGM.
“La idea de un proyecto musical propio viene de la etapa estudiantil, pero nunca tuve un motor impulsor. Temía emprender una carrera en solitario por lo difícil que puede ser. En mi nuevo trabajo conocí a estos dos muchachos, con intereses comunes, y salimos a defender el arte aprendido.
“Al convocarnos para apoyar en un centro de aislamiento, sentimos mucha responsabilidad, por nosotros, por los pacientes y por nuestros familiares. Ninguno imaginó que de esa experiencia surgiera la canción Contar conmigo, un tema de apoyo… y de lucha: exhortamos a no perder las fuerzas, a vencer sin importar cómo nos vean los demás.
“Recuerdo que lo propuse a Gustavo y, de la noche a la mañana, lavar, atender pacientes, preparar comidas y limpiar se convirtió en estrofas. Su melodía incorpora los matices de aquellos días y la bravura con la que asumimos una tarea sin precedentes.

“Concluida la misión, presentamos Contar conmigo al equipo de médicos y enfermeros que nos acompañó, y sucedió lo grande: en un abrazo y aplausos mostraron el agradecimiento que nos lanzó a hacerlo con más frecuencia. Parecía una conquista; nos sentíamos estrellas a las que no les bastaba un cielo para brillar.
Es un canto a la vida, a la juventud, al amor,a quienes vivos defendemos la Patria hasta la muerte. Confirma la fidelidad de otros tantos que no esgrimen una falsa cultura. No les parece extraño que Cuba siga de pie, pese a los intentos de rendirnos. Mantienen su dignidad y el orgullo por la Patria de Martí y Fidel.
“No tenemos complejos; estamos más vivos que nunca. La Revolución, este archipiélago y su cultura, serán de todo el que las venere. Somos Cuba… continuidad”.