Sin saber cómo sucedió, Yinet Malagón Carcache y Noel Pérez Pérez, pareja de médicos del Hospital Ciro Redondo, de Artemisa, pasaron de héroes a víctimas y fueron atacados por la COVID 19.
Dicen que sus cuidados eran extremadamente seguros, allí son mayores las medidas higiénicas (destacándose el uso de guantes, mascarillas, sobrebatas y antibacteriales) a la hora de atención al paciente.
Decaimientos, fiebre y pérdida del olfato describían los síntomas; y resultaron positivos al test rápido.
Al instante los trasladaron al Campamento de Pioneros, en Caimito, para cumplir con su aislamiento hasta practicarles el PCR.
“El trato de los médicos fue excepcional cumpliendo siempre con las atenciones que requiere el enfermo”, nos dijeron. A los dos días de encontrarse en ese lugar llegaron sus resultados que, sin duda, eran positivos.
Estos dos jóvenes, ella doctora residente de primer año de Coloproctología y él médico ortopédico y jefe de Ortopedia y Traumatología del hospital artemiseño, comentaron que “una vez confirmados de la epidemia no podíamos contener las lágrimas, no solo por el miedo a lo que su salud sufría, sino a la incertidumbre de haber contagiado a sus seres queridos”.
En el policlínico Orlando Santana, del municipio Mariel, y que por estos días acoge a los pacientes sintomáticos los ingresaron. Allí se sintieron como en familia, era un orgullo para ambos que los atendieran sus colegas.
Yinet y Noel fueron tratados con el Interferón. A veces su cuerpo no obedecía bien al medicamento y esto les deparó algunas reacciones adversas y malestares continuos. Pero lo superaron.
El 24 de febrero, sus sueños de salir de allí se convirtieron en realidad: la pesadilla de ser pacientes positivos al Sars-Cov-2 terminaba.
Sus pasos fueron cada vez más rápidos, anhelaban llegar a casa. De repente, otra vez las lágrimas volvían a sus ojos: sus compañeros de trabajo, quienes le brindaron su apoyo y atendieron con desvelo esta vez, les regalaron un cartel bien grande que decía “Vencí al Covid-19”.

Estos dos valientes, caminan nuevamente al Hospital Ciro Redondo a cumplir con su deber. Pero esta vez con una meta: transmitirles a todos los cuidados que debemos tener para no ser una víctima más de esta epidemia.