Pedro Bernabé Lorenzo siempre ha tenido la inspiración a flor de piel. Nunca ha necesitado demasiados pretextos para sentarse a escribir largamente la historia o el cuento que imaginó su mente.
Y aunque ahora solo se limita a escribir a lo largo de las mañanas, no poco volumen de material deja encaminado cuando ya el reloj marca las 12 del día y un alto a la inspiración se hace inevitable para este hombre de 75 años.
El veterano escritor y periodista Jorge Velázquez recuerda que un dia Pedro Bernabé lo visitó en su vivienda y al traspasar el umbral de la casa, vio a un perro echado en el piso. Pedro Bernabé no lo pensó dos veces y, señalando al animal, le dijo a su amigo: “Ahora mismo voy a escribirle un cuento”. Y lo escribió de un tirón.
Cuando le recuerdo esta anécdota, Bernabé me dice riendo: “No, no es mentira de Velázquez, así mismo fue. Cualquier pretexto me sirve para inventar una historia. Si tú me pides que te escriba un cuento sobre un ventilador o sobre un par de zapatos, yo te lo escribo”.
El Lorenzo que tengo frente a mí se ve recuperado, libre del bastón acompañante que lo ayudó durante meses a desandar por las calles de Caimito y Pueblo Nuevo de Ceiba, donde reside. De ánimo se le ve estupendo. Eso nos alegra a él y a mí.
¿Y la inspiración literaria como va en este tiempo de recogimiento obligatorio?
Él mismo se encarga de contarme los detalles.
“He estado trabajando en tres libros a la vez: el primero, sobre la participación de los combatientes artemiseños en la lucha contra bandidos en Sancti Spíritus, Matanzas y Pinar del Río durante la primera mitad de la década del 60 del siglo pasado.
“El segundo tiene como protagónicos a internacionalistas artemiseños preparados en el Centro de Entrenamiento de Lucha Irregular (guerra de guerrillas) en el El Cacho, Candelaria, y en instituciones de valiosa trayectoria como la Escuela Interarmas de las FAR General Antonio Maceo, el Centro de Preparación de Reservistas en Soroa y la Base Aérea de San Antonio de los Baños, entre otras”.
En medio de los 200 años de la fundación de Caimito, era imposible que este autor pasara por alto tan significativa fecha. Por tanto, decidió agrupar en su tercer proyecto de libro un grupo de narraciones (muchas no muy conocidas) que sazonan la historia de este municipio artemiseño y ponen en alto el papel de la llamada microhistoria local con su aporte nada desdeñable a la historia nacional.
“Caimito ha vivido incontables acontecimientos a lo largo de dos siglos. Por eso me animé a escribir. Temas como la lucha contra bandidos, Playa Girón, la Crisis de Octubre y las misiones internacionalistas que dejaron una huella significativa en este municipio, y es preciso dejarla escrita en papel para el conocimiento de las nuevas generaciones”.
De este libro Lorenzo cuenta que, entre sus muchas anécdotas, se recoge la historia del amor real, con boda incluida, entre una muchacha caimitense asentada en la Loma del Esperón y un soldado soviético en tiempos de la Crisis de Octubre, la cual dio origen al filme de ficción Lisanka, dirigido por Daniel Díaz Torres y con guion de Eduardo del Llano y del también caimitense Francisco García González.
Otro instante del libro le sirve para relatar la espectacular captura en 1959, en la zona de Ingenio Nuevo, de dos criminales que habían estado al servicio del coronel Esteban Ventura Novo y pretendían alzarse contra el joven gobierno revolucionario.
Pedro Bernabé Lorenzo Gómez ha publicado Los trillos de la memoria y Artemiseños en Girón, ambos de testimonio, el libro de cuentos para niños Don Chivote de las Manchas, y ha estado presente en varias antologías de relatos para este tipo de público y en las páginas de la revista La Diana.
De su autoría se encuentra en proceso editorial Final de una pesadilla, donde se detalla la lucha contra bandidos y su exterminio a todo lo largo y ancho de la provincia.
Aunque Lorenzo se queja de la rotura de su computadora, que parece haber echado fuego ante la potencia de su incontenible inspiración, toma como segunda opción el bolígrafo y el papel, y sigue inventando historias y revelando testimonios para los públicos más diversos.
Y es que cuando la inspiración resuena dentro de este hombre, que es casi siempre; cuando decide escribir sobre un mono boxeador, un chivo enamorado, unas babosas aventureras o el perro de un amigo, o cuando lo hace sobre un tema más serio, ya nada puede detener su mano sobre el teclado… o sobre un papel corriente que halló en el camino.