El primer día de agosto cerró con una de cal y otra de arena: siete altas clínicas fueron dadas a pacientes de COVID-19, mientras se confirmó solo un caso en el día.
El caso confirmado pertenece al municipio San Antonio de los Baños y no guarda relación con el evento Bauta-Baracoa, que ya sumaba 74 contagiados. Se trata de una pequeña de dos años, identificada como contacto de un positivo de La Habana. Relacionados a la niña permanecen en vigilancia 15 contactos.
En los centros de aislamientos para sospechosos se encuentran ingresadas 60 personas. Los restantes 67 casos activos están recibiendo el tratamiento en los hospitales Luis Díaz Soto y Salvador Allende; y cuatro menores de edad en el Pediátrico de San Miguel del Padrón.
Según los datos del informe diario ofrecido a el artemiseño por la dirección provincial de Salud Pública, hasta el momento, la provincia acumula 114 casos en 9 municipios para una tasa de incidencia de 22.1 por cada 100 mil habitantes. Bauta con 86 casos confirmados desde el inicio de la pandemia y una tasa de 168.8 infectados por cada 100 mil habitantes, es el municipio más afectado.
Se reportan 13 controles de foco en el territorio: seis en Bauta, San Antonio de los Baños, Artemisa y Mariel con dos cada municipio y uno en San Cristóbal.
En total 4595 están en vigilancia, de ellos 4162 atendidos por la Atención Primaria de Salud y el resto ingresados en los doce centros de aislamiento de la provincia.
“A pesar de que la situación estuvo bastante compleja, ayer dimos algunas altas clínicas y ya concluyó el estudio poblacional realizado en Bauta”, explicó Yanelis Amador Borrego, directora provincial de Salud Pública.
“De las 4330 personas estudiadas en las manzanas estratificadas, unas 20 resultaron positivas y la mayoría no habían presentado síntomas”, explicó Amador.
Aunque aún Bauta llora, la situación en la provincia continúa en la Fase Tres, solo que con un mayor control en las medidas sanitarias por parte de ciudadanos e instituciones.