Nuestra cocina mezcla diversas herencias culturales, además de su auténtica combinación de aromas, sabores y colores de las especias. Así, por ejemplo, el romero puede ser utilizado como aromático en carnes (especialmente la de carnero), también en guisados y aceites.
Mientras, la albahaca sirve como condimento a fin de dar sabor: sus hojas frescas al pescado, huevos y pollo; las hojas secas para pizzas, ensaladas y pastas; e igual se le emplea en asados de carnes, salsas, sopas y croquetas.
Suele usarse mucho el orégano en las carnes, asados, potajes, para mejorar salsas y hacer mojo criollo.
Otro común en potajes y caldos es el laurel, en menos proporción en carnes estofadas y al finalizar las preparaciones en carnes salteadas.
Especias como la albahaca, el cilantro y el perejil dan un aroma exquisito al pescado, siempre al final o al servirlo, para no perder sus propiedades. Además, le podemos agregar pimienta y curry en polvo.
Este último combina con el maíz desgranado o en mazorca, con arroces, guisos, huevos y carnes. Es una combinación de condimentos: jengibre, cilantro, anís, azafrán, cúrcuma, pimienta, nuez moscada y comino, entre otros.
La salvia y el tomillo dan un aroma perfecto a los platos con pollo y cerdo, en tanto el orégano, tomillo y la mejorana confieren un sabor muy rico a las habichuelas.
El azafrán proporciona aroma, color y sabor característico a los arroces, postres, guisos y carnes; con ajo, tomillo, limón y tomate, logra una combinación perfecta.
Para los postres son muy comunes la vainilla, canela y nuez moscada. Aunque agregan un aroma dulzón, se les emplea en arroces, guisos, salsas y estofados de carne.
La cocina es para innovar. Aquí les brindamos información; usted tiene el poder en sus manos, o la “alquimia de amor”, como decía Guy de Maupassant.