La historia del teatro en San Cristóbal tiene sus orígenes a inicios del siglo pasado, cuando las compañías de renombre culminaban allí sus giras. Desde entonces el arte de las tablas ha sido cuna de figuras que han elevado el nombre de esta tierra a escala nacional y universal. Uno de esos grandes es Raúl Damas del Llano, graduado de nivel medio superior en Artes Dramáticas e instructor de teatro, consulta y referencia obligatoria de cuantos investigan sobre la cultura sancristobalense.
Su andar elegante combina con una sencillez y modestia que lo hacen único. Mostrar lo universal en lo local, y viceversa, ensancha su grandeza.
Cuando está pendiente la dirección de algún espectáculo extraordinario, suele escucharse: “eso es trabajo de Raúl” o “solo Raúl puede”. Su trayectoria laboral lo amerita. Siempre sacó lo mejor del elenco y la escena, ora en el XI Festival Mundial de la Juventud y los estudiantes, la Embajada Cultural De Cuba Soy, ora en el XIII Congreso Sindical Mundial.
También prueban su destreza en ese arte de dirigir los concursos de Música Popular Cubana Pedro Junco, el José Cheo Páez, los festivales Aquelarre, de Pequeño Formato Espacio Vital, los nacionales y provinciales de la FEU, la CTC, los Pioneros y las FAR.
El Proyecto Teatro Ariel, teatro para la vida, único colectivo aficionado que integra la Asociación Internacional de Teatro Amateur (AITA), le debe su fundación, autoría y buena cuota de los logros, como la participación en el Festival Internacional de teatro de La Habana, Espacio Vital, Unicornio Fiesta Internacional del Teatro y Encuentro Iberoamericano de teatro.
Entre tanto proyecto no desatiende la docencia, como profesor de Actuación, de Dirección Artística de espectáculos, Dirección Escénica, Trabajo Cultural y como tutor de prácticas docentes y trabajos de curso.
Lideró el grupo musical Los Textos, colectivo aficionado que llevó su arte a Surinam y Angola. Y fue representante del cantautor Polo Montañez.
Igual destaca en la investigación científica. Temas como la historia del teatro, música tradicional campesina, literatura local y la elaboración de proyectos socioculturales, lucen su firma.
Su trayectoria le ha deparado la Medalla Raúl Gómez García, el Sello al Mérito Artístico, diploma por labor destacada en la Conservación y Difusión de nuestras tradiciones culturales, Reconocimiento XX Aniversario por destacada participación en el desarrollo cultural de la Nación Cubana y resultó Vanguardia Nacional en varias ocasiones.
Aun cuando por estos días arribó a medio siglo de vida artística, decir que algo está a cargo de Raúl es garantía de calidad. Por eso pienso en el mito helénico: en sus manos, todo se convierte en oro, el que nace del talento.
Ni siquiera la jubilación le lleva a deponer las armas, sigue activo en el Catálogo Artístico de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos Miguelito Cuní, y continúa asesorando el proyecto musical Prisma.
No hay descanso si se trata de cultura; sus alumnos y su pueblo le esperan para vestir de dorado una nueva función.