Ya antes de la pandemia de Covid-19, la LX Serie Nacional de Béisbol entrañaba un gran reto para el movimiento deportivo cubano. Rescatar entre los jóvenes la pasión por las bolas y los strikes, y sentar las bases para mejorar los pálidos resultados internacionales, deparaban suficientes dolores de cabeza a la Dirección Nacional.
Comenzar en abril fue imposible. Ahora en septiembre se espera abrir las puertas de los estadios, pero con más contratiempos, porque preservar la salud de los peloteros y del público asistente se suma a la firme prioridad de garantizar un buen espectáculo.
Para eso el Estadio 26 de Julio, cuartel general de los Cazadores, se somete a una cruzada por su reacondicionamiento, remozamiento para mejorar las condiciones de vida de los atletas.
Según Gerardo Miranda, comisionado provincial, las acciones comprenden todas las áreas interiores donde confluyen los peloteros, así como los bancos, los bullpen, el terreno de juego e incluso las gradas.
“Queremos dejar una instalación mucho más bella, funcional y cómoda para los atletas. Nos falta mucho, pero ya se pueden ver las nuevas gigantografías en las torres y los nuevos carteles que adornarán el terreno. Trataremos de abarcar todo lo posible, y lo haremos nosotros mismos, los trabajadores del estadio y los entrenadores del equipo”.
Una atención especial están recibiendo los sistemas eléctricos y de climatización del inmueble. De eso se encarga Rafael Brito, por todos conocido como “el mago”, electricista principal del estadio.
“Estamos resolviendo viejos problemas: en la enfermería, los pasillos, los clubs houses, los dormitorios y los dugouts”, afirma.
“Hemos dado de alta a varios equipos de climatización, parados durante años por falta de piezas, gracias al apoyo de técnicos de la Zona Especial de Desarrollo Mariel; los otros recibirán mantenimiento”, asegura Brito.
Respecto a las luces LED —únicas de su tipo en el país— “el mago” comenta que ya solucionaron los problemas mayores, solo necesitan un contractor magnético para encender a distancia una de las torres, pues al momento de nuestra visita aún debían hacerlo manualmente en la propia torre.

“La pizarra electrónica sí presenta más dificultades: tiene filtraciones y la humedad afecta sus componentes”, aclara.
Por estos días se ocupan del terreno, antes de pasar a las labores de pintura de las gradas.
“Contamos con cuatro camiones —esperan otros seis— de arcilla para aplicar a la grama, aunque ahora la estamos cerniendo. Con esa cantidad tenemos para hacer los arreglos y dar mantenimiento durante el transcurso de la Serie”, asevera Miranda.
“Gracias a la dirección nacional del Inder, disponemos de pintura azul que estamos aplicando en los interiores y luego en las gradas. Para el 26 de Julio queremos terminar lo que necesitamos para recibir a los peloteros; después nos dedicaremos a los exteriores”, manifiesta el comisionado.
Precisamente sobre las áreas exteriores conversamos con Moisés González, subdirector provincial de Deportes, quien comentó que aguardan una donación —ya durante la Serie— para equipar la jaula de bateo, la cual incluirá una moderna máquina de lanzamientos.
“También preparamos el área del gimnasio, aunque todavía no contamos con todo el equipamiento necesario y esperamos por su llegada”, confiesa.
Anuncia González que pretenden reactivar la cafetería con diferentes ofertas para los asistentes, aunque recuerda que solo podrán recibir un tercio de la capacidad del estadio: aproximadamente 3 000 personas. También informa de la convocatoria a diseñar una nueva mascota para los Cazadores.
“Queremos garantizar una buena sede para la LX Serie Nacional. Programaremos actividades en conjunto con Cultura, juegos de participación y, sobre todo, le pondremos especial atención al retiro de la gloria del pitcheo artemiseño y cubano Yulieski González; trataremos de estar a la altura que él merece. Con todo esto debemos tener una excelente Serie, para el disfrute de nuestro pueblo”.