“Las puertas de la casa de Zoila Díaz nunca estaban cerradas. Tampoco las de su curiosa paladar El Tanque, adonde llegaban artistas mayores y menores de cualquier parte del mundo a compartir un café, consumir un tamal en cazuela, algunos tragos ardientes de ron, un buen vaso de vino o un delicioso coctel de frutas para, al final de la velada, no pagar un centavo a cambio…”
Así comencé la crónica Una llamada para Zoila, publicada hace varios meses en el sitio Cubaperiodistas, de la Upec, en la que decidí poner en honorable sitio a una mujer bautense, promotora cultural y artesana de fecundo camino por más señas, que ha dejado una huella indeleble en el alma de un sinfín de seres humanos.
Zoila es la viva generosidad. No tiene segundas puertas ni segundas lecturas en su corazón. Todo en ella es expedito, claro, directo. Cuando ama, se entrega siempre a fondo, y por eso artistas y amigos tienen siempre en ella un asidero que ninguna tempestad puede desasir.
Quiso entrañablemente al gran campeón Teófilo Stevenson, quien vistió como última ropa en este mundo una guayabera que le regalara Zoila. Disfrutó intensamente su amistad con el periodista Mongo P., una leyenda de la prensa cubana. Y puso en manos de figuras de la talla de Rosita Fornés y Chucho Valdés, entre otros, la réplica de sus imágenes personales, hechas por sus manos de diestra artesana.
Ahora un hombre generoso, de gestos sencillos y consejos claros, que toda Cuba admira y sigue cada día, a partir de las 9:00 de la mañana, volvió a desvelar el talento creativo de esta artesana: el doctor Francisco Durán.
Con los escasos medios a su alcance (apenas unos retazos de tela) y con motivo del cumpleaños de este reconocido epidemiólogo, Zoila reprodujo su imagen a fin de entregarla al ya célebre personaje de nuestra medicina… y de nuestra esperanza. Pero la artesana bautense titubeaba. Temía. ¿Le gustaría la obra al doctor Durán? Yo le aseguré: ¿y por qué no habría de gustarle el sincero y sencillo reconocimiento de una mujer de pueblo? Y así mismo fue.
Si Rosita, Chucho, Alicia, Juan Padrón, Pablo Milanés, Stevenson, Mongo P., Héctor Fraga, Polo Montañez, Adalberto Rabeiro…, agradecieron de corazón la deferencia de verse “retratados”, el generoso doctor Francisco Durán no lo agradeció menos.