Una temporada ciclónica activa, superior a la media histórica para el período del 1 de junio al 30 de noviembre, se vaticina en nuestra área geográfica, de acuerdo con Jorge Félix Hernández Capote, especialista principal del Grupo de Pronósticos de Artemisa y Mayabeque.
El experto asegura que “existen condiciones más favorables para este tipo de comportamiento, teniendo en cuenta que la temperatura superficial del mar en la cuenca del Atlántico se encuentra por encima del promedio histórico en el área del Atlántico Norte, el Mar Caribe y el Golfo de México”.
Además, “esperamos que las condiciones del evento de oscilación del sur permanezcan neutrales en estos seis meses, o sea, no habrá un fenómeno como El Niño para limitar la actividad de los huracanes”.
Durante una temporada normal, sobre la base del período 1981-2010, deben formarse 12 organismos nombrados, de los cuales seis llegan a convertirse en huracanes y tres alcanzan gran intensidad: de la tercera categoría en adelante, en la conocida escala Safir Simpson, con un máximo de cinco.
Hernández Capote insistió en la preparación del pueblo, más allá de los pronósticos. “En temporadas poco activas, como la de 1910, cuando solo se formaron cinco ciclones tropicales, impactó a los cubanos el célebre huracán de los cinco días, y en otras tan intensas como las de 1995 y 2019, en las cuales se formaron 19 y 18 organismos nombrados, respectivamente, ninguno nos afectó”.
Los modelos de pronósticos son incapaces de determinar qué zonas o países sufrirán el impacto del meteoro, lo que también depende de otras predicciones.
A manera de curiosidad, el meteorólogo comentó que esta constituye la sexta temporada consecutiva iniciada antes del 1 de junio, cuando detectaron a Arthur el sábado 16 de mayo. “El próximo nombre de la lista será Bertha, pues las denominaciones proceden del inglés, francés y español”