Suena el silbato como una diana avizora. Detrás quedan las cazuelas, el fogón y las urgencias del hogar, después de las 5:00 de la tarde. Entonces los balcones se convierten en pequeños gimnasios de los vecinos de la circunscripción 23 del consejo popular La Matilde, en Artemisa, deseosos de ponerse en movimiento en medio del aislamiento generado por la Covid – 19.
Mueven el cuerpo al ritmo de la profe Yusi, o Yusimí Pedro Torres, licenciada en Cultura Física y especialista en balonmano. No falta la música que facilita un vecino del edificio 79. Luego, en el 73, Luis Virgilio González, su esposo, hace las veces de musicólogo.
Ella y su compañero dirigen el Combinado Voluntario Deportivo (CVD) número 3 Francisco “Chito” Quicutis, ubicado en esta comunidad que tanto agradece quemar grasas y estrés por estos días, al compás del merengue, la rumba o la música retro.
Pero, ¿cómo empezó el “entrenamiento”? “No podía estar ociosa. Comencé a ejercitarme en mi balcón. Una compañera me vio y quiso que la ayudara a preparase. También se motivaron los apartamentos del frente, los de la comunidad de casas Carmelo Noa, y hasta por las ventanas del fondo se incorporan los del 30”, explica Yusi, sin detener el paso.
Su pasión por los ejercicios comenzó al regresar de una misión en Venezuela, en 2008, cuando organizó una bailoterapia en la que participan sobre todo mujeres. La iniciativa fue suspendida por la pandemia, y ahora resurge en el barrio, sin salir de casa, bajo el principio COVID, No puedes conmigo.

De lunes a viernes Yusi dirige la cesión desde la acera. Con su habitual entusiasmo alborota a grandes y chicos, incluso complementa la educación de Stephanie Lauren Ortega, quien tiene 12 años y cursa el séptimo grado. En una especie de Educación Física se desenvuelve esta adolescente conquistada por la Medicina.
Mientras, Lázara Ferrer, de 68 años, no pierde el ajetreo; hasta se aventura cerca del jardín a imitar la agilidad de la profesora. Julia Martínez y Joaquina Sánchez, de 66 y 73 años, reconocen la importancia de un tiempo para escuchar música, reír y cuidar de la salud física y mental, cuando es necesario el retiro.
Julio César Sánchez Duarte, delegado de la circunscripción, insiste en la unidad de los CDR, la FMC y la dirección del CVD en este útil empeño de socializar, relajarse, mejorar la calidad de vida y romper la rutina.
“Los de Cultura Física respaldan, además, el aplauso de las 9:00: salen con calderos, latas y mucha alegría”, comenta.
“Dondequiera que viva un profesor de Deportes, Educación Física y Recreación, debe incentivar la práctica de aerobios y, si no trabaja en la actualidad, ayudar a distribuir alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad a personas mayores de 60 años”, asegura Yusi.
Sobran las palabras después de las 5:00 de la tarde. ¡Llegó el momento de los ejercicios! Alguien en el cuarto piso ajusta la faja alrededor del vientre, en tanto otros toman un trozo de madera para seguir el desempeño de Yusi. Esta reportera se anima y deja a un lado agenda y el lapicero. A la COVID – 19 la vencemos en movimiento.