Artemisa es una genuina provincia de contrastes geográficos, pues en su espacio se conjugan interminables llanuras de reconocida productividad agropecuaria, ricos mantos freáticos, territorios de relieve ondulado y colinoso, montañas de cimas puntiagudas y laderas abruptas, tramos costeros que difieren notablemente entre los litorales del norte y del sur.
Igual atesora elementos que la distinguen, pese a ser una de las provincias más pequeñas (lugar 13 entre las 15) y menos pobladas de manera absoluta (lugar 11).
Tiene el tramo más angosto de la isla de Cuba, descontando extremidades como las penínsulas de Guanahacabibes o de Hicacos. Hablamos del estrechamiento entre la ensenada del Río en el sur de la bahía de Mariel y un punto de la ensenada de Majana, a lo largo de solo 31 kilómetros.
Precisamente allí los españoles construyeron la conocida trocha de Mariel a Majana, para tratar de acorralar al mayor general Antonio Maceo durante su campaña pinareña en la guerra de independencia del 95.
En tierras artemiseñas se eleva la Sierra del Rosario, porción oriental de la cordillera de Guaniguanico, donde se asientan sitios afamados como Soroa o la comunidad de Las Terrazas, cuna del inolvidable Polo Montañez.
Justo en esa serranía se yergue la mayor elevación de todo el occidente cubano, contando hacia el oeste desde las Montañas de Guamuhaya: el Pan de Guajaibón, con 700 metros sobre el nivel del mar.
Jóvenes espeleólogos bajo la dirección del Doctor en Ciencias Pedagógicas Jean Robaina Sánchez, colocaron en la cima un busto de Antonio Maceo, en diciembre de 2006, obra donada por el escultor Arnaldo Díaz Barreira, a manera de auténtico homenaje patriótico.
Vale destacar que el punto más norteño o septentrional del Mar Caribe se localiza en la ensenada de Majana, municipio de Artemisa, exactamente en los 22 grados y 42 minutos de latitud norte.
Artemisa y Holguín lideran las provincias cubanas con más ciudades: seis en total. Recordemos que en Cuba todo asentamiento urbano que rebase los 20 000 habitantes se considera ciudad; en este caso contamos con los siguientes: Artemisa, San Cristóbal, San Antonio de los Baños, Guanajay, Güira de Melena y Bauta.
Resulta interesante señalar que el asentamiento urbano más antiguo de la provincia es Alquízar, cuya fecha fundacional se remonta a 1616, seguido por Guanajay en 1650. También que el puerto de Mariel es el más activo del país, al desplazar en los últimos años al de La Habana, con amplias perspectivas de desarrollo en un área marítima de indiscutida importancia estratégica.
Y por añadidura conviene agregar que, en estas feraces tierras, nacieron las primeras escuelas en el campo de Cuba inspiradas por Fidel (Mártires de Kent, en marzo de 1970 y Ceiba 1, después renombrada Comandante Ernesto Che Guevara, en enero de 1971), así como el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech, cuya primera reunión convocatoria a nivel nacional —de la que fue partícipe el autor— ocurrió en el teatro de Ceiba 1 el 31 de diciembre de 1971.
Al cierre de 2018 la provincia artemiseña se mantenía como la tercera más densamente poblada del país, con 127,7 habitantes por kilómetro cuadrado, solo superada por La Habana y Santiago de Cuba.
Artemisa fusiona historias y habitantes que en épocas pasadas pertenecieron a diferentes provincias: hasta 1969 fueron pinareños los actuales municipios de Artemisa, Guanajay y Mariel; mientras, hasta 2011 lo eran San Cristóbal, Bahía Honda y Candelaria. Los cinco restantes pertenecieron durante la mayor parte del siglo XX a la jurisdicción habanera: Bauta, Caimito, San Antonio de los Baños, Alquízar y Güira de Melena.
Hoy nuestros 11 municipios se empeñan en asegurar una identidad propia que, progresivamente, debe consolidarse al conjuro de un porvenir a todas luces brillante.