«Donde el río San Juan con sus frías aguas calma las altas temperaturas de estos días, y la música de Polo Montañez convida a recordarlo se erige una biblioteca peculiar»

Quizás no sea la más grande antes vista, pero tiene un valor incalculable para su gente, como ninguna otra.
Sus estantes coleccionan libros cuidadosamente clasificados, y el acceso a la internet no llega tarde, pese a lo angosto de sus montañas, valles o urbanizaciones. Y es que en Las Terrazas todo parece sorprendernos, incluso su biblioteca, donde se encuentra el único archivo comunitario existente en Cuba.
A propósito, el artemiseño conversó con Analia Piña Cordero, historiadora de la comunidad, para conocer las interioridades de una colección singular.
“La historia comienza cuando un grupo de estudiantes de ingeniería, que entraron al Plan Sierra del Rosario acumuló muchos de los documentos que hoy tenemos. Al concluir, se los entregaron a Osmany Cienfuegos: él concedió una parte al Complejo Las Terrazas, en la persona del historiador Jorge Fredy Ramírez, y la otra a la salita museo.
“Al declararnos Eco-museo en 2010, llega la información hasta la biblioteca, y creamos este archivo para clasificar como se debe y permitir el acceso a investigadores y demás interesados. Ya en 2016 el Doctor Eduardo Torres Cuevas, entonces director de la Biblioteca Nacional, la declaró espacio fijo de nuestra institución terrazera”.
¿Cuáles son las etapas representadas?
“Por la envergadura de la información, hemos dividido el trabajo en tres etapas fundamentales: de 1968-1978, la cual aborda los inicios del Plan Sierra del Rosario, emprendido por Fidel y luego desarrollado por Osmany Cienfuegos; de 1978-1994, con la desagregación del plan y entrada del turismo; y la última, de 1994 hasta la actualidad”.
¿Qué podemos hallar en sus estantes?
“Toda la información resguardada tiene un alto valor patrimonial: hay testimonios, documentos físicos, fotografías, informes de trabajo, evaluaciones de los ingenieros que se graduaron dentro del proyecto, planes de cómo se hizo la primera casita prototipo de la comunidad y archivos sonoros.
“A lo largo de estos años hemos encontrado documentación —gracias a los terraceros— sobre la movilización del personal para la zafra del ’70, y objetos como un jolongo que se les entregaba, con ropa, la mocha, zapatos y libros, porque querían que las personas fueran acumulando conocimientos”.
¿Cómo la comunidad o sus visitantes acceden a la información?
“Los usuarios que navegan en internet podrán entrar al sitio, donde hallarán recogidos diez años del plan Sierra del Rosario. Allí aparece esta etapa inicial digitalizada, y paulatinamente iremos incorporando el resto de los períodos.
“Por supuesto, habrá documentos de consulta privada, pero la mayoría estará en esa plataforma, gracias al esfuerzo que a diario realizamos los trabajadores de la biblioteca”.

Más allá de la participación de los terraceros en la conformación de este archivo, ¿qué proyectos procuran acercarlos más a cuanto ahí existe?
“Constantemente trabajamos en los centros educacionales, e insistimos para que todos nos visiten más. Igual preparamos un proyecto de archivo personal: ir casa por casa para recopilar documentos u objetos de cada familia; a la mayoría de la información le haremos copias o réplicas, y si alguien desea conocer los originales les indicaremos esos hogares.
“Siempre buscamos rastros del pasado que identifiquen nuestra comunidad. Hemos encontrado desde medallas hasta la caja de bombones que les entregaban como estímulo a quienes trabajaron en la zafra del ’70. En el futuro, queremos montar una sala similar a un espejo de luz, para que quienes pasen por ahí se sientan identificados”.
Entrevistar a Analia Piña me permitió entender de cerca la sensibilidad que brota del corazón sincero y agradecido. Allí, sin una pizca de polvo, están guardados registros con el nombre de su padre, las explicaciones de cómo los hacheros abrían trincheras y el prototipo de la primera casita.
“Pueblo mío de corazón me inspiro por tu belleza”, dice el estribillo de una canción del Guajiro Natural; entonces, este archivo también forma parte de sus encantos y riquezas.