De nombre científico eucalipto globulus, el eucalipto es una planta muy utilizada para bien de nuestra salud, en especial sus hojas. Posee propiedades expectorantes, antinflamatorias, antisépticas, antibacteriana y cicatrizantes. Fue introducido en Cuba con mayor auge a partir de 1929.
La usamos principalmente para descongestionar las vías respiratorias, aliviar la tos, la gripe y el resfriado. Además, combate el dolor de la migraña.
Beneficia a las personas que padecen de asma, pues limpia sus bronquios. También favorece a los diabéticos, al regular el azúcar en sangre de manera natural.
Es utilizada para aliviar infecciones bucales como la gingivitis, en tanto el aceite de eucalipto relaja los músculos, y alivia los dolores articulares como artritis, artrosis y reuma.
Puede ser empleado en infusiones, cremas, aceites, compresas o inhalaciones, las cuales son más efectivas mezcladas con miel, limón, llantén… Encima, su madera resulta útil en carpinterías y servicios públicos (postes eléctricos).
Como cualquier remedio, debe utilizarse adecuadamente y no en exceso, para evitar daños a la salud. Casi todos los remedios elaborados con esta planta, son de uso tópico. No debe ser utilizado por embarazadas ni menores de seis años.
Para aliviar la tos seca y la congestión nasal, podemos hacer vahos (vapores de las infusiones), los cuales limpian nuestras vías respiratorias. Ponemos hervir agua, agregamos varias hojas de eucalipto y de otras plantas (orégano, manzanilla, tomillo, romero, etc.), dejamos hervir durante diez minutos. Después tomamos vaporizaciones por cinco minutos. En el caso de la manzanilla y el orégano las hojas se agregan después de apagar el fuego.