Un verdadero desafío resumir en unas líneas las victorias y reveses de una provincia como Artemisa, joven y comprometida, pero sujeta a las limitaciones de recursos del país, agravadas en los últimos tiempos por el recrudecimiento de la política de Estados Unidos contra Cuba.
El año que concluye nos deja alegrías, triunfos, metas felizmente cumplidas… pero también insatisfacciones que nos obligan a cambiar métodos, sobre todo porque, en unas horas, arribamos al año de nuestro décimo aniversario.
La invitación al diálogo con Gladys Martínez Verdecia, integrante del Comité Central y Primera Secretaria del Partido en el territorio.
¿Cómo calificaría 2019 para los artemiseños?
Aunque se han logrado muchas cosas, este año ha sido para crear condiciones y, en 2020, poder disfrutar con creces de las motivaciones que nos impulsan a celebrar con alegrías el décimo aniversario de la provincia.
Es bueno decir que en 2019 crecimos en militancia y organizaciones de base, tanto de la Unión de Jóvenes Comunistas como del Partido, lo cual entraña una fortaleza. También superamos el número de sanciones, principalmente las internas, en correspondencia con las indisciplinas cometidas, porque queremos educar a nuestra militancia, pero corregir los errores dentro de las filas del Partido.
El próximo año, el Partido lanzará su convocatoria para el Congreso. Ya estamos realizando los procesos de balance en la base y el análisis de las evaluaciones.
Ha sido un año de mucho trabajo; no obstante, nos queda la insatisfacción de que el esfuerzo y las horas dedicadas no se corresponden con los resultados en todos los casos. Nos queda claro, sin embargo, que hemos sentado las bases para que el siguiente sea superior.
Quizás en una provincia que arriba apenas a diez años de creada, ciertos problemas no se pueden resolver a corto o mediano plazos. Según su visión política, ¿cuáles serían?
Sin lugar a dudas, el mayor está focalizado en el sistema de trabajo; a eso precisamente encaminamos nuestros esfuerzos. Este año se le dedicó un tiempo considerable a organizar procedimientos, de manera tal que podamos apreciar resultados en actividades que determinan la vida económica y social de la provincia.
Ocurre con el chequeo de obras, el vínculo con los trabajadores y el pueblo, los métodos de fiscalización, las acciones de capacitación para encarar diversos procesos, y sobre todo el fortalecimiento en las estructuras administrativas (con el necesario movimiento de cuadros en muchas esferas). Aunque aún no estemos en el lugar deseado, sí se puede palpar un resultado.
Se ha trabajado en el completamiento de las plantillas, y desde los municipios se ha chequeado el cumplimiento de programas decisivos en el plan de la economía.
Pienso que lo más importante es la planificación, a tono con el presupuesto. En ocasiones solicitamos obras nuevas sin haber cumplido las previstas en el plan.
El programa de la vivienda ha sido prioridad; el contacto directo con los afectados y los constructores nos dejó muy buenos resultados, principalmente en el orden organizativo.
Hemos percibido dificultades en las direcciones de Finanzas de los municipios; por eso los chequeos periódicos para evaluar no solo el plan, sino las particularidades de inversiones, programas de vivienda, de educación, de la agricultura, las cuentas por cobrar y pagar, la reanimación de las localidades…
¿Qué obstáculos advierte para el desarrollo pleno de la provincia?
Nuestro principal freno es el bloqueo económico, comercial y financiero, que limita la entrada de recursos necesarios para el desarrollo. Pero hemos de entender que el Estado ha hecho cuanto ha podido. Nos queda impulsar en la gente la creatividad e iniciativa, la voluntad, la alternativa ante las dificultades, la innovación científica y tecnológica.
Hemos de aprovechar más cuanto tenemos. El ahorro no puede ser consigna; debe ser una fuente importante, no únicamente el energético sino también el de recursos. Hay que ir en busca de la eficiencia y la eficacia; aprender a pensar, a organizar el trabajo. Seamos más exigentes en la calidad de los servicios; el pueblo tiene muchas insatisfacciones.
¿Cómo sería una mirada objetiva a Artemisa para 2020?
En pocas palabras: muy superior, en todos los órdenes. Gracias al ingenio y a la contribución colectiva, hemos superado grandes problemas.
Los obstáculos han tratado de frenarnos, pero, con más alegrías que penas, hemos sobrepasado cada uno. Por eso, en nombre del Comité Provincial del Partido, de la Asamblea del Poder Popular, del Consejo de la Administración y de las organizaciones políticas y de masas del territorio, emitimos un reconocimiento y una felicitación al pueblo artemiseño, digno protagonista de cada batalla librada.
A ese pueblo le pedimos que se mantenga junto a nosotros, acompañándonos, porque la unidad es decisiva para alcanzar metas superiores. ¡Éxitos en el nuevo año! ¡Que en esta 61 batalla de la Revolución se multipliquen los resultados concretos, para que la joven provincia de Artemisa se siga consolidando y avanzando con el apoyo y la unidad de todos!