Cuidar de las personas siempre ha sido una tarea del Estado cubano. Entre otras muchas preocupaciones, procura el embarazo feliz de muchísimas mujeres. ¡Por eso! en nuestro país el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) es una obra de especial atención.

Al Norte de Artemisa se encuentra el municipio vanguardia en este apartado. Bahía Honda destaca por la atención médica a las embarazadas, pues constituye una cuestión más allá del consultorio; resulta de interés para todos los factores que madre e hijo estén bien.
Allí hace muchos años disminuye la natalidad y predominan las mujeres con un único hijo. “Hay factores múltiples. En nuestras instituciones tenemos identificadas 191 parejas infértiles, seis ya dadas de baja, pues rebasan el rango de edad del programa, y otras dos se separaron; aquí atendemos a 25 y el resto son remitidas para técnicas de reproducción asistida”, explica la doctora Damaris Carpio Amador, directora municipal de Salud.
“Este año ha nacido la primera niña bahiahondense lograda gracias a la remisión para fecundación in vitro en La Habana, y otros ocho bebés nacieron gracias a las técnicas orientadas en consulta médica aquí en el municipio”.
Aun así, requieren aumentar el trabajo de Educación Sexual en escuelas secundarias y en la enseñanza media, pues son múltiples los casos de embarazos en la adolescencia, concebidos de manera eventual y por la falta de cuidados.
“El 23% de nuestras embarazadas son adolescentes; prevalece el grupo comprendido entre 15 y 19 años: muchas chicas cumplen la mayoría de edad durante el proceso; tenemos una pequeña de 12 años que sobrepasa las 21 semanas de gestación”, confirma el doctor Yasmany Felipe González, asesor municipal del PAMI.
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Según Carpio, este año lamentaron el fallecimiento de un bebé en el primer trimestre del año, una muerte súbita, sin causa clínica posible ni hallada con la aplicación de la necropsia. “En 2018, en igual fecha, teníamos tres. Este año se redujo el índice de mortalidad de 6.5 a 2.1, y el número de nacidos ha sido similar; eso nos ha deparado el mejor índice provincial”.
Entretanto, señalan que 22 niños han nacido pretérminos, pues de realizar el parto dependía salvarles la vida. Esa cifra excede en seis al año anterior; por tanto, desde el área de Salud establecen significativo cuidado a las mujeres con matices de diabetes o hipertensión durante la maternidad.
“Que nazcan bebés pretérminos representa un aumento de las posibilidades de nacimientos con peso inferior a los 2 500 gramos”, manifiesta Felipe.
No han sido pocos los esfuerzos destinados a mejorar ese índice, y no solo por cumplir indicadores, sino también por evitar lamentos posteriores. “Cada día justo a las 8:00 de la mañana discutimos los casos y asumimos estrategias indicadas hasta el área de Salud”.
De ese modo, identificaron 24 lactantes distinguidos como casos críticos, quienes en casa tienen una compleja situación socioeconómica.
“Identificar las necesidades de estas familias ha sido una tarea difícil. Con el apoyo de la Administración Municipal, hemos resuelto algunos temas relacionados con carencia de cunas, canastilla, colchón e incluso cuestiones referentes a las condiciones de la vivienda de las madres, algunas con piso de tierra y escasez de agua”, continúa Felipe.
Lo cierto es que la supervisión de las áreas de Salud y el desarrollo de consultas, la atención especial ofrecida por el PAMI a los menores de un año de vida y la capacitación de los médicos para el seguimiento especializado a embarazadas y bebés, devienen esenciales para sobresalir en la provincia en esta línea de la salud.
Más allá del embarazo
El PAMI va más allá de los nueve meses de formación de un bebé, implica la atención al crecimiento de los pequeños de cero a 18 años, aunque la etapa de mayor vigilancia hasta el comienzo de la etapa escolar.
Le atañe el desarrollo de la primera infancia, e insta desde el área de salud a la interacción de los pequeños con otros niños.
“Constituye un andar conjunto entre la Educación y la Salud, pues cuidan del aprendizaje y las maneras de asimilar los conocimientos, por eso la cercanía entre ambos propósitos”, comenta Jesús Izquierdo, director de la escuela primaria Abel Santamaría.
De ahí que el programa Educa a tu Hijo tenga una coordinación multisectorial e involucre a educadores, instructores de deporte, animadores de cultura, jubilados, estudiantes, personal voluntario de la comunidad, las propias familias en interacción con otras y, por supuesto, perosnal de Salud.
Arletys Pimentel confiesa que su bebita acude a las vías no formales desde celebrarle el primer año de vida.
“Arialys asiste dos veces por semana. Allí practican Educación Física; además, aprenden poesías, canciones, cuentos, y es un espacio de relación con otros niños. La nena del lado de la casa, de igual edad, va al círculo, y están muy parejas. No tener ese espacio no ha impedido su aprendizaje, ni la manera en la cual interactúa con otros”.
Ella será de los 76 futuros alumnos del seminternado, provenientes de las vías no formales, a matricularse en la Abel Santamaría el año próximo.
Hablar en Cuba de Salud y Educación, alude a las garantías priorizadas por el Estado dado su carácter público.
A Bahía le quedan clarísimas sus metas: “Si este año tuvimos un fallecido, el próximo año queremos que sea cero; aspiramos lograr el nacimiento de muchos niños, concebidos de una forma u otra y, aunque crezcan, deben saberse protegidos, ma1dres e hijos, por el PAMI”, sostuvo Felipe.