Pocos módulos productivos en Artemisa, tal vez, gozan del privilegio de contar con equipos modernos para la producción de elementos de viviendas. Uno de esos ejemplos destaca como fruto de la colaboración entre Candelaria y la Junta de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Tres bloqueras, dos hormigoneras, e igual cantidad de prensas para la fabricación de pisos y de molinos de piedra y de zarandas o seleccionadoras, conforman el “plato fuerte” de esta significativa donación.
Las máquinas se ubicaron en el módulo de la localidad el 26 de septiembre, junto a una computadora, una impresora y medios de trabajo propios de la construcción, como palas y vagones; sin embargo, transcurrió más de un mes y no se han podido estrenar por falta de áridos, lo que mantiene parados a sus obreros, en espera de la materia prima indispensable: macada, polvo de piedra, arena, gravilla…
Hasta la pasada semana, solo hacían bloques con moldes de mano y un molino rústico, mesetas con hueco y sin él, marcos y tablillas de hormigón, lavaderos, y viguetas y plaquetas empleadas en las cubiertas de muchos candelarienses. Como puede apreciarse, son escasos surtidos, teniendo en cuenta que llegan a más de diez renglones, afirma el obrero e innovador Pedro Pablo Medina Cruz.
Todos gozan de buena aceptación, en especial los tanques para agua, las mesetas, los bloques de cerramento y de zapata, mediante los cuales resulta más económica y ágil la cimentación de una nueva morada. Por otra parte, no han comercializado los marcos de hormigón de ventanas por no disponer del precio oficial, pendiente de aprobación en la provincia.
En busca de respuestas al problema, dialogamos con Leonardo Bencomo Bocourt, director de la UEB Territorial Oeste de la Empresa Provincial de Construcción y Mantenimiento (Eprocom), quien expuso que el proyecto arribó incompleto: faltaron las plantillas de los bloques y las prensas, de las cuales necesitan 900.
“Se trata de la superficie de madera donde se colocan los materiales para que se sequen”, explica. Además, “debemos anchar los laterales de las prensas, para elaborar mosaicos y baldosas con mayor facilidad”, labores que se han de llevar a cabo en un taller de la Empresa ubicado en San Cristóbal.
Según Bencomo Bocourt, las bolas de los molinos llegaron hace una semana aproximadamente. Sí están listas las hormigoneras y zarandas, mas el árido que deben recibir de la cantera de San Cristóbal ha fallado en los últimos meses por escasez de combustible.
“Tenemos contrato con la de Carambola, ubicada en Candelaria”, abunda el directivo, pero esta presenta serias dificultades para la extracción y procesamiento de la piedra, y lleva mucho tiempo sin explotar.
El arribo de la materia prima a la unidad era cuestión de días, a decir del director de la UEB, en tanto la terminación de las plantillas debía quedar resuelta en esta semana, mientras muchos nos cuestionamos la morosidad en emplear los recursos que la Junta de Andalucía colocó en aquel lugar con el propósito de impulsar este vital programa.
Sobre el mal estado de la cantera Soroa o de Carambola, como la conocen en la localidad, Juan Ramón Chamizo, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, explicó que no se explota hace varios años debido a su obsoleta tecnología, por lo que “buscamos recuperarla a través de un proyecto de desarrollo local”.
La iniciativa se desmorona ante la falta de financiamiento, reconoce Chamizo, lo que convida a la inquietud: ¿Acaso no se pudo propiciar la colaboración en la compra de camiones, martillos, entre otros equipos requeridos en la cantera?
Necesitan una inversión sustanciosa en esta fuente de materias primas, a fin de respaldar la construcción de casi 60 células básicas habitacionales por subsidios, 35 viviendas estatales –plan del presente año-, otras ejecutadas por esfuerzo propio, y obras sociales.
Las cifras tan solo obedecen a planes inmediatos, no a la realidad de los recursos materiales demandados por el municipio para su desarrollo integral.
Crecer y asegurar las bases
Desean extender en 2020 la producción local de materiales para viviendas a los dos consejos populares restantes de Candelaria: Sur y Premontaña, sostiene Blas Antonio Fleites Chirino, director general de infraestructura e inversiones de la Administración Municipal.
“Vamos a incrementar las producciones del módulo ubicado en la propia cantera de Carambola, perteneciente al Ministerio de la Agricultura, donde hoy solo fabrican bloques”.
El otro estaría en áreas de la Empresa Agroindustrial de Granos José Martí. “El grupo provincial de Producción Local de Materiales dijo que garantizaría el equipamiento”, lo que sería de gran utilidad.
Y “antes de fin de año esperamos el arribo de un laboratorio procedente de la Plataforma Articulada para el Desarrollo del Territorio (PADIT), destinado a realizar las pruebas de calidad”, otra noticia de suma importancia para el Programa de Producción Local de Materiales de Construcción, que mucho depende todavía de la asignación nacional, y al mismo tiempo puede diversificarse a diario, a partir de las riquezas naturales de las localidades.
Por lo pronto, se impone echar a andar las nuevas máquinas, recuperar el tiempo y buscar alternativas; construir más y mejor, sin trabas ni demoras.