Con sus 1,81 metros de estatura, cuando Stefan Holm subía al podio de premiaciones, apenas le llegaba al hombro a la gran mayoría de sus rivales; parecía un pequeño tratando de alcanzar a todos esos gigantes, porque el salto de altura es eso, una prueba para gigantes; sin embargo, sobre la pista, a la hora de sobrevolar la varilla, eran sus rivales quienes apenas le llegan al hombro.
Stefan Christian Holm, nació el 25 de mayo de 1976 en la ciudad sueca de Forshaga. Desde pequeño el deporte que lo atrapó fue el fútbol, pues su padre era portero en un modesto equipo de la cuarta división de la liga local. En 1991, ya con 15 años fue que comenzó a entrenar en serio en el salto de altura.
Para 1997 tuvo su debut en la cúspide del atletismo, pues se presentó en el Campeonato Mundial de pista cubierta, celebrado en París, donde accedió a la final y terminó octavo. Dos años después mejoró dos puestos en este mismo evento y fue décimo en el evento al aire libre de Sevilla.
El definitivo salto a la élite lo dio pocas semanas antes de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, cuando hizo en Helsinki su mejor marca personal con 2,34, la sexta mejor del año. Ya en Sídney, rozó la medalla olímpica con un salto de 2,32, la misma altura que el medallista de plata, Javier Sotomayor, pero Holm quedó cuarto debido al mayor número de saltos nulos realizados. Fue una extraña competición marcada por la lluvia, en la que los saltadores que ocuparon de la segunda a la séptima posición realizaron idénticas marcas.
Un año después, en 2001, consiguió su primera gran victoria al ganar el oro en los Campeonatos del Mundo en pista cubierta de Lisboa con un brinco de 2.32 metros. Ese sería el primero de sus cinco títulos mundiales indoor, dónde era todo un especialista y fue monarca absoluto hasta cuando en Valencia, España, logró el último.
A pesar de su abrumador dominio bajo techo, al aire libre no era igual el desempeño de Holm; no obstante ese sambenito se lo quitaría en el Campeonato Mundial de París en 2003, cuando se llevó el título con un salto discretos de 2,32. Ese impulso le sirvió para un año después convertirse en campeón olímpico en Atenas 2004, cuando fue el único capaz de volar sobre 2,36.
Su mejor marca de por vida fue un 2,40 en la pista cubierta de Madrid, en 2005. Con su 1,81 de estatura ha sido el hombre que más centímetros ha saltado por encima de su cuerpo (59), incluso diez más que el recordista mundial Javier Sotomayor (2,45-1,96). Por su increíble capacidad de salto era conocido en el mundo entero como “El Sueco con Muelles”.