En Cuba ocurre un accidente cada 55 minutos, fallece una persona cada 15 horas y hay un lesionado cada una hora y 15 minutos, de acuerdo con el más reciente informe publicado por la Dirección Nacional de Tránsito. Tales estadísticas, aun cuando son inferiores a igual período del año anterior (enero-septiembre), obligan a replantearnos el comportamiento en la vía.
La indisciplina no la cometen única y exclusivamente los peatones o conductores; muchas veces hemos sido testigos de factores que condicionan la ocurrencia de estos siniestros, como la deficiente infraestructura vial y señalización.
Más allá de tales elementos, en Guanajay, justo en un área de su arteria principal, está ubicado el Taller Provincial de la Agencia Rentadora de Autos Cubacar, con una gran cantidad de carros paralizados en la acera por la que deberían transitar quienes no conducen auto alguno.
Desde hace más de seis meses, la única alternativa consiste en cruzar hacia el frente, o caminar “con el corazón en la boca” por la orilla de la vía, a expensas de lo peor (que ocurre en cualquier sitio, incluso sobre la acera, y ejemplos sobran).
Vehículos van y vienen, mientras niños, adultos y personas de la tercera edad “renuncian” al lugar que les corresponde, debido a inexistentes soluciones, sin dejar de mencionar el irrespeto a la seguridad vial.
Hace solo unos días el artemiseño conversó con Leandro Alcorta Ávila, director de la Agencia, quien explicó que “antes esta rama de Cubacar pertenecía a La Habana, pero a inicios de 2019 se independizó, y crearon una sede en Artemisa capaz de revertir sus resultados en la economía del territorio”.
En cambio, “no cuentan con las condiciones estructurales; están a la espera de un local, y hasta entonces Guanajay debe asumir su oficina de renta y el taller provincial”, en un espacio relativamente pequeño.
Otra vez desconcertan los acuerdos implementados sin tener en cuenta los requerimientos necesarios para cumplir el objeto social, a riesgo de caminar seguros y sin accidente.
Bien lo saben muchos guanajayenses: el tramo donde se encuentra el Rent a Car ha sido (años atrás y por otras causas) escenario de accidentes que truncaron la vida de personas, y dejaron huellas imborrables en sus familiares.
¿Por qué no encontrar un mejor lugar para el parqueo de vehículos rotos, paralizados y destrozados? ¿Cómo calmar la preocupación de los vecinos, quienes lo han planteado en más de una asamblea de rendición de cuenta de su delegado?
Hace diez días, Alcorta Ávila refirió “que próximamente los autos serán trasladados a otro local. La Empresa de Lácteos nos cedió un espacio a donde los llevaremos, libre de riesgos”. Entretanto, siguen ahí, y los ciudadanos cruzan los dedos mientras transitan.
Con la aplicación de la Ley 109 y la creación de las comisiones de Seguridad Vial, no han sido pocas las acciones dirigidas a la prevención de accidentes de tránsito y sus consecuencias.
Es preciso señalar como causantes de accidentes a quienes conducen a exceso de velocidad, ingieren bebidas alcohólicas, no usan el cinturón de seguridad, o a quienes apenas prestan la atención debida. Pero igual corresponde evaluar los factores de riesgo asociados a la vía, uno de esos latente hoy en Guanajay.
Tras cada accidente hay causas multifactoriales, y nadie es ajeno a ellas. Preservar vidas humanas ha de distinguir a cuantos interactúan en la vía. Los accidentes son evitables, cuando cada cual hace lo que le corresponde. Urge frenar la inconciencia y buscar soluciones inmediatas por el bien de los demás.