Trabajar de forma conjunta en la producción de bienes o servicios para la satisfacción del interés social y de sus socios, en actividades consideradas no fundamentales, es el propósito de las Cooperativas No Agropecuarias (CNA), pequeñas y medianas empresas con personalidad jurídica que han creado nuevas fuentes de empleo y muchas opciones de calidad para la población.
Actividades gastronómicas, de recogida de materias primas, comercialización de productos agropecuarios, construcción y transporte, entre otras modalidades, reorganizaron sus colectivos mediante la gestión cooperativa, no exenta de ejemplos más o menos afortunados en el territorio, sobre todo a partir de la iniciativa de sus miembros y la comprensión cabal de sus deberes, derechos y singularidades.
En el caso de las de servicios, la provincia dispone de cuatro CNA: tres de belleza y un atelier. Dos de estas nuevas formas de gestión se concentran en el municipio capital, con diversos puntos de vista acerca de la experiencia.
Hilvanando sueños
Ana Rosa Hernández labora hace cinco años en el atelier La Moda, un lugar pequeño donde encuentra satisfacción frente a la máquina de coser, que solo se detiene de 11:00 de la mañana a 1:00 de la tarde, por las medidas de ahorro energético.
En el momento de nuestra visita, las seis costureras de la unidad afinaban puntadas para confeccionar 300 sobrecamas solicitadas por la Facultad de Ciencias Médicas, misión más compleja al tener en cuenta la obsolescencia tecnológica de sus equipos.
“Adquirimos una sola máquina nueva en este tiempo”, expone Mileydi Arteaga, presidenta de la CNA desde los primeros meses del presente año. “Comenzamos con cuatro socias en noviembre de 2014; hoy somos nueve, la mayoría directas a la producción; una económica, y una cajera al mismo tiempo recepcionista y cortadora de confecciones.
“Algunas costureras se desempeñan en sus propias máquinas. También disponemos de una festonera y una ojalera, utilizadas por todas cuando lo requieren”.
Brindan servicios a la población no solo artemiseña, y renovaron contratos en 2019 con una treintena de clientes estatales, entre ellos la Casa de la Música de la Egrem, para la que diseñaron juegos de manteles y cubresillas que hoy lucen en su salón central Un montón de estrellas.
El salario resulta atractivo: más de 700 pesos, según la cantidad de pedidos en el mes, afirma Ana Rosa. En vacaciones cobran un poquito menos, pero asumen una tarea fundamental: el arreglo de uniformes escolares, con sus propios recursos.
La Moda mantiene el pago de tributos al día, y ha sido rentable desde su fundación; de ahí que los problemas de abastecimiento impulsen a seguir nuevos caminos. “Almacenes Universales en San Cristóbal, nuestro principal proveedor, no tiene para ofertarnos siquiera hilo. Antes recibíamos de ellos ropa reciclada para transformar; sin embargo, llevamos casi tres años sin esa asignación”, explica la presidenta.
El hilo, añade, “lo hemos comprado en tiendas Caribe, a precios muy altos, por lo que decidimos buscar otras alternativas en La Habana”.
Por gestiones propias hicieron contrato con la Unidad Básica Comercializadora Mayorista de Productos Industriales, perteneciente a la Empresa Gran Comercial, en 10 de Octubre, especializada en ventas a empresas y CNA. “Ahí compramos todo el del año”, asegura Arteaga, así como otros insumos que trasladan en vehículos alquilados.
Los límites del espacio alimentan esperanzas como la de retomar el proyecto Ternura, dedicado a la confección de canastillas, y desarrollar variantes aprobadas en su objeto social: arreglos florales, alquiler de trajes y decoración de inmuebles, si pudieran mudarse a un local mayor.
¿La más bella?
Octubre de 2014 marcó un punto de giro para profesionales dedicados a la actividad de peluquería durante muchos años en la localidad. El Instituto de Belleza se convirtió en la CNA La más bella, que sí ha transitado por períodos complejos, debido a la falta de personal y de insumos para ejercer su actividad.
Maxia Piloto, presidenta de la entidad, dijo que la conforman cuatro socios y tres trabajadores contratados: una manicure y dos serenos; mas, el personal se desempeña en múltiples funciones. Ella es peluquera, al igual que la recepcionista: pueden lavar cabellos, colocar tintes o lo que exija el servicio al cliente.
Como al atelier La Moda, Almacenes Universales debería facilitarles productos y herramientas, y trasladarlos hasta la puerta de la unidad. Pero la estabilidad del abastecimiento deja mucho que desear.
“Nos faltó el tinte durante casi un año. Lo recibimos a mediados de 2018, si bien no podemos comprar colores más demandados como el rubio cenizo”. Asimismo, “antes teníamos un mes para pagar y ahora debemos hacerlo al momento”.
El precio del tinte en la red minorista encarece los costos, un tema a cuidar, aunque se rijan por oferta y demanda.
Entonces, ¿dónde adquirir también, a tarifas económicas, secadoras de pedestal, capas de pelar, tijeras, toallas, rolos y planchas de pelo?, se pregunta la presidenta.
La entidad sancristobalense oferta ciertas variantes de tintes, champús y cremas acondicionadoras, pero “hace más de un año esperamos la crema desrizadora. Hacemos el tratamiento capilar con el producto del cliente”.
De los servicios que exhiben no brindan el de podología, por falta de personal calificado, y cuando lo han tenido tampoco saben a quién comprar bisturí y guantes.
De igual forma, el gimnasio aerobio (sin terminar desde la inauguración) permanece cerrado por no disponer de profesionales de la Cultura Física; tres equipos para hacer ejercicios continúan en desuso; nunca han conseguido captar el interés de los hombres, a quienes podrían afeitar y pelar; resulta imposible llevar a cabo limpiezas faciales al carecer de espinilleros, mascarillas y cremas, en tanto muy pocas personas acuden a recibir masajes, según Piloto.
Aunque varias clientas habituales se mostraron satisfechas, Damarys Peña sí reclamó mejores condiciones para recibir el servicio en la CNA.
Desenredando el ovillo
Por el arrendamiento del local pagan cada mes a la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Comercio, Gastronomía y Servicios 3 327 pesos, una tasa muy alta a juicio de la presidenta, teniendo en cuenta el espacio inutilizado, las constantes filtraciones de la cubierta y sus carencias.
“Mediante una carta solicitamos a la Administración Municipal la rebaja del arrendamiento”, un documento que debe analizar el órgano de gobierno.
Caridad Valdés, directora de Servicios en la UEB de la localidad, dijo que la eliminación de las filtraciones, presentes desde que se inauguró el Instituto, “no está incluida en el plan de inversiones del presente año”, un problema que ha provocado dificultades eléctricas muy peligrosas. Este organismo rector tiene responsabilidad en el tema, y debe actuar en su solución.
Sobre los abastecimientos, Irán Hernández, director de la Empresa Mayorista Universal en la provincia, aclaró que “no somos su principal proveedor; garantizamos algunos productos que reciben del balance nacional, pero el resto deben comprarlo a otros suministradores”.
A partir de una circular del Mincin, las CNA deben pagar los insumos lo antes posible, y en el caso de Almacenes Universales “pueden abonar el efectivo en diez días, además de escoger cantidades y tipos de productos de acuerdo con la disponibilidad”, pues abastecen de la misma forma a las de San Cristóbal y San Antonio de los Baños.
Hernández reconoce fallas con el transporte a partir de la crisis de combustible; en cambio, “debemos trasladar la mercancía hasta la unidad”.
¿Por qué unas sí y otras no? ¿Pueden esperar “milagros” o golpes de suerte en La más bella? Ambos ejemplos ilustran el poder de la gestión no estatal, siempre que se abra paso el emprendimiento de sus directivos e integrantes. De las CNA se espera prosperidad y transformación en el actual escenario laboral: es su razón de ser y por ella deben batallar.