Hace algún tiempo el artemiseño indagó sobre el estado constructivo y las reiteradas inundaciones postlluvias en el Bulevar de Artemisa que hacían parecer este tema como una misión imposible. Luego, dedicamos una página al confort de los comercios que conviven en el Bulevar. Pasado un mes caminamos esta arteria en busca de respuestas y soluciones.
Lamentablemente, más lozas rotas deslucen la “segunda cuadra”; la luminaria en las noches poco ilumina en el primer tramo y, por si fuera poco, la limpieza apenas muestra sesgos de mejora.
El Bulevar exige agua. Necesita brillar, pero no una vez a la semana: requiere amanecer limpísimo. No solo por cuanto el pueblo merece, sino que debe ser una responsabilidad adquirida por los trabajadores y directivos encargados de la higienización del área en aras de cuidar la inversión gubernamental.
La mera apreciación de estas reporteras puede ser puntual; sin embargo, los vecinos de aquí nos hablan de las pocas condiciones para acometer la limpieza. El personal carece de mangueras y muchas veces cargan el agua en cubos de una punta a la otra, y arrastran la suciedad con los haraganes hasta las alcantarillas.
Espacios, usos y desusos
Balanceando el espacio, llaman la atención algunos con pocas posibilidades de ser explotados y otros, con muchas posibilidades e insuficiente uso.
Entre los primeros está el Rapidito, con “grandes ideas”, pero pocos metros cuadrados que exigen sin dudas una extensión puertas afueras, con mesas en el portal donde degustar algunos de los productos que allí ofertan, una aspiración a la que Planificación Física pone frenos, según precisó Miguel Ángel Díaz, administrador de las tiendas CIMEX en el Bulevar.
Mientras, Anabel Barbería Cárdenas, jefa del departamento de Control Estatal alude que “Constituye un acuerdo aprobado en Artemisa: no se pueden poner mesas porque viola las regulaciones urbanas, las cuales prohíben el cierre parcial de portales de uso público”. Sería oportuno revisar si esto también es necesario cumplirlo en zonas completamente peatonales.
Con muchas deudas y estantes vacíos está el Mercado La Complaciente. Raymel Oliva, administrador, alude como causa fundamental del desabastecimiento que este local no fue proyectado en el plan de este año y la escasa mercancía que ofertan, es el 25 por ciento de la correspondiente al Mercado Ideal ubicado hoy en la calle Colón.
Sin embargo, cabe preguntarse, ¿si la construcción de este nuevo establecimiento estaba prevista para ser terminada en el año en curso, por qué no hacer los contratos correspondientes? ¿Se ha pensado en contratar los servicios de las minindustrias artemiseñas?
Por otra parte, está el llamado Centro Cultural La Prueba, un espacio entregado al Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) y que aún permanece cerrado. “No puedo violar la ley. Aún existe el requerimiento del detector de humo dentro del local y por eso no hemos podido abrir”, explicó Lázaro Jesús Hernández, director provincial del FCBC.
En ese local abrirá el Taller de Soluciones Creativas Croma, con una tienda de venta para la población y la posibilidad para las empresas de contratar los servicios de impresión de lonas, vinilos, cartelería, montaje de marcos y otros que hoy solo se ofrecen fuera de la provincia, según precisó Roberto Rubén Sánchez Álvarez, uno de los artistas de la plástica involucrados en el proyecto.
Explicó que ya SEISA hizo el aterramiento y comenzó otros trabajos pero, al momento de nuestra visita, hacía dos semanas que no venían; resta todavía la alarma contra incendios, los extintores, la alarma contra intrusos y algunas otras condiciones imprescindibles para que Planificación Física expida finalmente el Utilizable del local.
Recreación: ¿quimera o realidad?
Pensar en recreación implica el día y la noche. Diseñar el divertimento de una ciudad es complejo, sobre todo por convenir gustos e implicar gente.
A inicios del verano la programación de la Casa de Cultura en la capital programó iniciativas para los pequeños y adultos. Estas actividades se realizaban con anterioridad en la segunda cuadra del paseo. Quejas y sugerencias hicieron mover la programación hacia el Parque de la AHS, decisión acertada, mas con la precisa de realizar eventos de una mayor proyección para arrastrar a la gente hacia el parque.
Así, cada noche un grupo o varios artistas del territorio, de géneros musicales diferentes animaron las noches del verano. “Las actividades ahí no tuvieron el mismo impacto. A pesar de ser comunicadas por la radio y la televisión”, explicó Tomás Marrero, subdirector del sectorial de Cultura en la Villa Roja.
Más allá de eso, no hay otro sitio de esparcimiento en el Bulevar. En cambio, evaluar las condiciones de otros bulevares del país, debería ser una puerta abierta al cambio y la mejora, no para copiar a nadie, sino para hallar ideas atractivas carentes en este sitio.
Quizás, menos mercados con productos semejantes y más lugares donde las personas puedan salir del estrés laboral y hogareño a degustar un cóctel o una cerveza (esta última solo presente en el Café Angerona), deberían convertirse en un acuerdo, a fin de proyectarlo, pues también eso es recrearse y pasarla bien.

Gastronomía: entre renglones en el bulevar
Muchas menos ofertas de las posibles tienen hoy los establecimientos estatales enclavados en el Bulevar. Cimex, con posibilidades de ofrecer mucho más, solo dispone de una mesa en el Rapidito, y una directiva de no vender cervezas ni bebidas alcohólicas para el consumo en este espacio, limita a quienes quieren compartir entre amigos tomando esta bebida en medio del intenso calor.
Gran aceptación, pero también poco espacio tiene la Casa del Chocolate, otra entidad que podría extenderse puertas afuera, quizás con venta de bombones o de confituras pequeñas para quien va de paso y no requiere de un servicio sentado.
Más debería hacerse para potenciar la preferencia por la Casa del Chef, un restaurante con posibilidades de buenos platos, pero muchas veces con la tablilla ya borrada a las dos de la tarde.
“Ya tuvimos una reunión con la Administración en la provincia. La idea es que la limpieza mejore aún más, lo cual es posible, y que poco a poco se digitalicen, con pantallas, algunas áreas. También los artistas del Fondo asumirán tareas para arreglar partes del paseo”, explicó Carlos Pérez, administrador del bulevar.
El Bulevar es el gran portal de todos. Ya no solo basta pedir urgencia, se requiere del auxilio rápido de los involucrados por la salud de un sitio que debe cumplir las expectativas de los artemiseños y que podamos poner de ejemplo del buen servicio y las buenas prácticas.